Fotografías @jllpaneque
Hablar de Ricardo Fernández del Moral es hablar de una imagen atípica del flamenco. El guitarrista acompaña al cantaor. Esto, además de ser un apoyo incondicional es una imagen característica del flamenco. Pero en el siglo XIX no era tan característica y ver al cantaor tocando la guitarra era más normal de lo que ahora podamos llegar imaginar y Ricardo es esa imagen de otros siglos.
Ya en el último tramo del siglo XX esta imagen había decaído y la separación guitarrista cantaor era tácita. No obstante hemos podido disfrutar de estos dones conjugados en el mismo artista con Manzanita, aunque los puristas no lo consideren flamenco, y al jerezano y flamenco Diego Carrasco.
Pero este cluniense aporta algo más. Guitarrista acostumbrado a acompañar, un día salta al cante para deleite de sus paisanos. Con el tiempo y animado por ellos, comienza a presentarse a concursos flamencos hasta que en el año 2012 se encumbra tras lograr la Lámpara Minera de la Unión, el prestigioso premio flamenco que le permite darse a conocer en más círculos y llegar a grabar con Chemi López en La Droguería Music su primer disco en solitario.
Ricardo es un artista que a base de esfuerzo y trabajo, poco a poco, va alcanzando los éxitos que ni siquiera su humildad le permitía soñar. Su potente voz es envidia de más de un cantaor cuando interpreta la soleá y sus manos en la guitarra son precisas y sin adornos.
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Ricardo, ¿Cuál es tu primer recuerdo vinculado al flamenco?
Mi primer recuerdo lo tengo en mi casa, escuchando cantar a mi padre y escuchando los discos que él ponía. Allí se respiraba flamenco siempre.
¿Cuándo coges por primera vez una guitarra?
A la edad de ocho años, mi padre me regala mi primera guitarra y comienzo a recibir mis primeras clases.
¿En qué momento decides dar el salto al cante?Yo era un guitarrista al que le gustaba más el cante que la guitarra. En la Peña Flamenca “La Sonanta”, en la que yo era el guitarrista oficial, comienzo a cantar algunos días en los que venía otro guitarrista más. Los socios de la Peña me incluyen en algunos de los festivales que ellos organizan, y son los que me animan a presentarme a los concursos de cante. En el verano de 2011 comienzo mi andadura por los concursos de cante para darme a conocer, ganando un concurso en Madrid.
¿Porqué no te has dejado acompañar a la guitarra?
En mis inicios me acompañaba siempre un guitarrista. En el concurso de Madrid es la primera vez en la que yo mismo me acompaño con la guitarra. Allí había un jurado con grandes artistas y grandes personajes del Flamenco. Decidí que tenía que hacer algo que no hiciera nadie, para impresionarles. Al final la cosa salió fenomenal. A partir de ahí, eso se quedó como un sello de identidad, algo que forma parte de mi personalidad flamenca.
Fotografías @jllpaneque
¿Se siente uno más protegido detrás de la guitarra?
La guitarra es a la vez una protección y una pelea. Hay momentos en los que me facilita el cante, porque yo soy el guitarrista que mejor me entiende a mi mismo como cantaor, pero a la vez, acompañarme mientras estoy cantando es una gran dificultad añadida. Por un lado tengo la ventaja de que yo mismo me acompaño como quiero, en el momento que yo quiero y de la forma que yo quiero, y por otro lado me obliga a estar pendiente del cante, de la guitarra, de la letra, de las falsetas, de un micrófono, del otro, me sujeta totalmente y me impide moverme, que se desafina una cuerda, que no puedes beber agua,... Es algo distinto.
Premio lámpara minera de la Unión en el año 2012 y premiado en esa misma convocatoria el mejor en cinco cantes distintos. ¿En qué cantes lograste el triunfo? ¿Cómo se lleva el que te reconozcan los puristas?
Gané los primeros premios por Soleares, Malagueñas, Tarantas, Mineras y Tonás. Todos estos premios son una gran responsabilidad que hay que defender día a día.
[Continúa] El que a uno le reconozcan siempre se lleva bien. Es una tremenda satisfacción que guste a los aficionados y al mismo tiempo intentar crear nueva afición.
¿Con qué cante te sientes más cómodo? ¿Con cuál transmites más?
A mi gustan todos los cantes, pero tengo una especial predilección por la soleá, tanto en el cante como en el toque. Cada vez que agarro la guitarra, siempre empiezo tocando por soleá.
Creo que se puede transmitir con cualquier cante, eso va en la personalidad de cada cantaor. En cualquier momento y con cualquier cante, pueden aparecer los duendes.
¿Dónde te gustaría llegar dentro del flamenco?
Nunca me he marcado ninguna meta. Siempre he tratado de vivir y disfrutar el momento que ha ido llegando. Lo que venga, bienvenido sea.
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Todos hemos escuchado que para muchos artistas flamencos este arte es una forma de vida, una manera de ser y de sentir, pero ¿qué es para ti el flamenco?
El Flamenco es la vida misma, siempre hay un estilo determinado y una letra determinada para cada momento, para cada estado de ánimo. Hay palos que nos pueden ayudar a sobrellevar mejor la amargura o la pena. Hay otros en los que sacamos y contamos nuestra alegría, hay otros que claman por las injusticias y las reivindicaciones sociales. Otros hablan de lo cotidiano, del trabajo, de las aficiones, y otros hasta de lo absurdo de la vida. Todo ello combinando el arte y la poesía de las letras, la música de la guitarra y el grito de dolor, de amargura, de felicidad, de pena, de alegría, de desesperación o el susurro del amor o lo sutil de la nostalgia del que canta.
El ser humano tiene la necesidad vital de expresar lo que siente, lo que teme, lo que quiere… El Flamenco es una magnífica herramienta que tenemos para canalizar y expresar lo que sentimos y hacer sentir a los demás. Comunicar emoción y emocionarse.
¿Cómo ves la situación del mundo flamenco en la actualidad?
Por un lado creo que ahora se canta, se toca y se baila mejor que nunca. La afición también sabe y exige más que nunca. Cada generación va aprendiendo de la anterior y se va mejorando, como en todas las facetas de la vida. Ahora el Flamenco ha sido declarado Patrimonio Inmaterial de La Humanidad y ha adquirido una dimensión mundial.
Por otro lado, el Flamenco no está al margen de esta sociedad consumista, globalizada e influenciada por campañas de marketing y publicidad, en las que algunas veces es mas importante el envoltorio que el contenido.
Están consolidándose en el flamenco muchos jóvenes que han salido en muy pocos años. ¿A quién destacarías y porqué?
Destacaría a toda una nueva generación entera de cantaores, guitarristas y bailaores, que están mejor preparados que nunca. Que han bebido en los grandes genios del siglo pasado y que le están aportando su propia personalidad y se están convirtiendo en el espejo donde se están mirando las próximas generaciones.
¿Quieres aportar algo más?
Todos llevamos un flamenco dentro, algunos todavía no se han dado cuenta. Cuando reparen en él, descubrirán un mundo entero de emociones y sensaciones.
Fotografías @jllpaneque
Buen cambio de look Jose, mucho mejor ahora
ResponderEliminarGracias Cristian. Escucho a los profesionales como tú aunque tarde en reaccionar. Espero no volver a tener fotos descuadradas. Un abrazo
ResponderEliminarComo siempre interesante... admiro a los músicos, pero si además canta a la vez q toca, el mérito es doble... enhorabuena a este artista y a Jose Luis por la entrevista...
ResponderEliminarGracias a ti Migue. Como siempre apoyando. Es digno de admiración ya que el flamenco creo que es más difícil aún interpretarlo con voz y toque que cualquier otro estilo musical.
EliminarGracias Migue por su felicitación, su apoyo y su comentario
EliminarCasualmente, descubrí a este artista. Luego supe que Chemi López (el gran George Martin de Écija) le había grabado. Transcribo, en tu magnífico blog, lo que puse en mi muro (Face) con una soberbia soleá suya. Un abrazo, figura:
ResponderEliminar"Tocar por soleá no es fácil. Cantar por soleá es menos fácil. Tocar bien por soleá, con los cortes, silencios, acordes bien colocados, la espera exacta del tercio para recoger el cante es, todavía, menos fácil. Cantar bien por soleá, desde el tercio de preparación (el Mellizo, en este caso) hasta el 'macho' valiente, con el que cierra es, todavía, menos fácil que lo anterior. Y hacerlo ambas cosas a la vez, y además con sobradas facultades (como lo hacían aquellos cantaores decimonónicos: Paquirri Guanter, Silverio o Juan Breva), está al alcance de muy, pero que muy pocos.
En Cádiz lo hacía ¡y de qué sublime forma! 'El Quiqui' Domínguez Herrera, con la dificultad añadida de hacerlo por bulerías, más difícil su ejecución y cuadratura por su endiablada velocidad; no digamos de cantar."
Mil gracias Javi, amigo. No creo que nadie puede describir mejor que tú la dificultad que supone este malabarismo musical dentro del flamenco. El disco que Ricardo grabó con Chemi en Écija no tiene desperdicio. Nueve temas que conmueven y que presentan a un artista que terminará consagrándose como figura del flamenco.
ResponderEliminarGracias Javier por su comentario. Muy importante para mi, por la sabiduría flamenca que se desprende de sus palabras. Gracias por su reconocimiento.
ResponderEliminarGracias Jose, por la entrevista. Mi mas sincera enhorabuena. Me encanta como ha quedado. Gracias por tu labor de difusión.
ResponderEliminarSiempre a ti Ricardo y mil gracias por acercarte a este rincón que es tu casa. Un fuerte abrazo amigo.
EliminarMuy buena entrevista, muy certero en tus palabras que derrochan sinceridad, sabiduria y amor al flamenco. No es facil conjugar el binomio cante y guitarra, lo han dicho los que más sabían de esto.
ResponderEliminarA PACO EL DE LA LUCÍA
A Paco el de la Lucía
lo puso Dios en la tierra,
porque le enseñara al mundo
cómo se tañe la queja.
Cómo se amasa la angustia,
cómo se mete una pena,
cómo goza, canta y vive
un pueblo que siente y crea,
un pueblo que hace compás
con su trabajo y sus fiestas.
Lo trajo de otra galaxia,
cruzando cielos y estrellas,
vino por ríos y mares,
caminos, montes, veredas…
Lo dejó en Andalucía
sueño de sol y de arena,
con dos siglos de cultura
en su guitarra flamenca.
Y Paco el de la Lucía
con los sones de su tierra,
–en la mano diestra un grito
y en la siniestra un poema,
abrazando a su guitarra
como quien ama a una hembra–
en un diálogo amoroso
dejó templadas sus cuerdas.
Y en la noche de los tiempos,
armonizó una tormenta
de trémolos deslumbrantes,
bordones de rabia y pena,
rasgueos de tornaojos,
silencios flor de la ausencia.
Y mordiéndose los labios,
fue desgranando falsetas,
pa que se enterara el mundo
que la guitarra flamenca,
–como un río hacia la mar
caminando con firmeza,
como lluvia en el cristal
descubriendo nuevas sendas–,
toca el cielo con las manos
por derecho y con grandeza.
Gracias Paco de Lucía,
gloria de esta tierra nuestra. Paco Arana : Amazón Libros
Gracias por tus palabras y por dejarnos esa bella letra Paco. Salud
EliminarAsí es Paco. Gran artista y mejor persona
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