jueves, 25 de septiembre de 2014

Cuando el querer da la fuerza para poder.


Fotografías cedidas por "Si quieres, podemos"


Poder es el resultado de querer y así lo entendieron Sebastián y Marta cuando decidieron montar la ONG “Si quieres, podemos” en el año 2008 después de haber conocido de primera mano la realidad que en República Dominicana vive la comunidad de El Naranjo de Abajo, un colectivo necesitado como tantos en el otro lado del charco.

Su implicación en el tiempo es el cien por cien que sus respectivos trabajos les permiten. La búsqueda de socios y de recursos es constante en sus vidas, así como el seguimiento de los más de cincuenta estudiantes que tutelan. Para Sebastián y Marta, Lucía es sus pies y sus manos en el lugar de destino de las ayudas que logran en España. Allí la vida no es fácil y nunca lo ha sido. Todos quieren que el futuro que vivan los jóvenes que forman esa comunidad tenga un matiz diferente al vivido por las generaciones previas.

Cuando Lucía iba a la escuela pública en República Dominicana tenía que ir montaña arriba descalza ya que el barro de la zona que tenía que atravesar para llegar al centro educativo estropeaba el calzado, así cuando llegaba a un río se lavaba los pies y se calzaba los zapatos para llegar así a la escuela de la forma más recompuesta posible.

Como en cualquier país, los colectivos más desfavorecidos son los que sufren los problemas estructurales y de suministro más acuciantes. En el caso de República Dominicana, las compañías eléctricas realizan cortes selectivos de luz y resulta muy frustrante ver cómo se va la luz y no saber cuando volverá y permitirá continuar trabajando. Necesitas un acumulador o inversor que cuando hay luz carga las baterías y cuando se van se descargan usándose pero eso sólo aporta energía para el alumbrado y pequeñas cargas. Otra opción es un generador de gasolina como ellos han puesto en la oficina que tienen allí, en la casa de Lucía y desde allí han tirado algunas líneas de cable hacia otras casas. Lo cual fue maravilloso para los beneficiarios.    



Por otro lado, en la República Dominicana el sistema de salud asfixia al enfermo que tiene que pagarse cada prueba, así como el tratamiento que recibe en el propio hospital ya que es muy limitado y sólo te cubre la cama, sin sábanas, y la visita del médico para la emisión de diagnóstico

Cada vez hay más gente que necesita de la ayuda y Sebastián y Marta cada vez les exigen más a los estudiantes al igual que son más selectivos. Sebastián cuenta que “la idea es que si le vamos a exigir a alguien que de buenos resultados hay que facilitarles todas las herramientas posibles, y así poco a poco”. Empezaron con apartamentos para evitar cuatro horas de viaje de los estudiantes a sus diferentes comunidades. A todos los estudiantes universitarios se les da un portátil, en definitiva un paquete básico para que puedan estudiar y que después no haya problemas a la hora de que le pidan resultados.



Fotografía @jllpaneque

Aquilino y Marianny son dos de estos estudiantes y han venido a España a conocer a sus padrinos. Ellos nacen en el seno de unas familias muy humildes de República Dominicana. En sus casas o chabolas no conocieron lo que suponía abrir el grifo para coger agua y el servicio era una letrina. Tampoco contaban con más de dos horas de luz al día y a la hora de sentarse a estudiar las velas eran compañeras de mesa. 

Aquilino y Marianny han tenido la posibilidad de estudiar una carrera universitaria gracias al apoyo económico que sus padrinos y madrinas en España han aportado mensualmente. Los universitarios reciben a través de la ONG “Si Quieres, Podemos” unos cien euros al mes y en muchos casos esta contribución la realizan varios donantes. Para que Marianny estudiara su carrera de Administración de Empresas cuatro madrinas la han acompañado durante sus años de alumna, aportándole consejos y horas de conversación además del necesario aporte económico.




La solidaridad se ha inoculado en el espíritu de estos jóvenes que devuelven con tiempo, apoyo, implicación y dinero la ayuda recibida dando así la oportunidad a otros chavales y chavalas de sus comunidades a que salgan ellos y sus familias, a través de la formación, del círculo de pobreza en el que se encuentran inmersos desde la cuna.

Estos jóvenes valoran el apoyo recibido y aprovechan la oportunidad que les ha brindado la vida. En el caso de Marianny, tanto ella como su hermana fueron destacadas estudiantes en sus diversas universidades ya que sus expedientes se han ido cumplimentando con las más altas calificaciones.  


¿Habéis conocido ya a vuestros padrinos?
Marianny:
Hoy voy a conocer a Eva, una de mis cuatro madrinas y padrinos. Ellos son de Bilbao, Granada, Málaga y Madrid.

Aquilino: Las mías son de Madrid y las conoceré en los próximos días.

¿Estáis nerviosos?
Aquilino:
[Risas] Sí, porque uno siempre dice que quiere conocer a quien le está ayudando.

Marianny: En mi caso yo incluso se lo había dicho a Lourdes (madrina) “Ojalá pudiera verte en persona”, y mira por donde voy a dormir en casa de Lourdes.

¿El ser benefactor de las ayudas os hace más sensibles a la colaboración?
Aquilino:
Sí, eso nos lleva a nosotros a apoyar a más personas. Además cuando entras en la asociación firmas un contrato en el cual nos comprometemos a devolver el cincuenta por ciento  y desde que empezamos a trabajar comenzamos a devolverlo. Yo he apadrinado a dos niñas y Marianny una. Nosotros sentimos la necesidad de ayudar a otros, como nos ayudaron a nosotros y así darles la oportunidad a otras personas. Yo precisamente estoy bastante sensibilizado e implicado en mi comunidad y todos los años voy a empresas, recaudo juguetes para la fiesta de reyes, o útiles escolares en el comienzo de la campaña escolar o incluso hago de payaso con el objeto de sacar una sonrisa.

¿Qué le diríais o les estáis diciendo a los socios de la ONG que estáis conociendo?
Marianny:
Les diría que yo personalmente no era capaz de ver el resultado a la magnitud de la ayuda que ellos aportan y ésta tiene un significado grandísimo. Cuando aún era estudiante, en mi familia no podían permitirse que yo estudiara y esa era mi ilusión, y gracias a ellas yo pude hacerlo así que es mucho más que el poder estudiar.



¿Qué trabajos desarrolláis en la actualidad?
Marianny:
Estoy trabajando en una empresa del grupo Rojas que se dedica a la distribución de bebidas refrescantes.

Aquilino: Me dedico al turismo. En cuanto terminé mis prácticas de la universidad en un hotel de Punta Cana, me ofrecieron mi primer puesto de trabajo (la ONG media para que admitan a Aquilino y a Willy y así fue gracias a Ángel de Juana y Justina Jones, directora de Recursos Humanos de hoteles Catalonia), el cual yo acepté con mucho deseo y al cabo de un tiempo fui promovido a otro departamento y en el momento actual desarrollo el trabajo de supervisor de habitaciones.

¿Estáis bien considerados en vuestra comunidad por haber logrado culminar vuestros estudios?
Marianny:
En mi caso mis padres, aunque no tenían los recursos, eran conscientes de lo importante que es la educación y siempre me han brindado su apoyo en eso ya que ellos no pudieron alcanzar un nivel de educación y nos han inculcado esa importancia a mi hermana y a mí. Mi padre trabaja desde hace veinte años en una fábrica de alimentos y mi madre vende ropa por las casas ya que donde vivimos es una zona donde no hay tiendas.

Aquilino: Mi padre me decía que ¿para qué estudiaba?, pero mi madre me dio el apoyo que podía darme, aunque no fuera el económico pero siempre se preocupó cuando mi papá se negaba a cubrir mis necesidades para el estudio.

Ahora que ya has terminado con éxito tu carrera ¿has visto un cambio de actitud en tu padre?
Aquilino:
Sí, el día de mi graduación mi papá estaba en primera fila [risas]. Era el que más orgulloso estaba. Por otro lado ya tampoco vivimos donde lo hacíamos antes ya que en la empresa donde trabajo rifan un coche todos los años y fui el afortunado de conseguirlo y lo que hice fue venderlo, comprar uno más barato y el dinero que me quedó lo usé para contribuir en la compra de la casa de ellos, donde ahora cuentan con agua corriente, luz permanente y baño moderno y no una letrina como tenían antes.

¿Os gustaría continuar estudiando?
Aquilino:
En el tiempo que estuve trabajando fui a la universidad a por el “pensum” (número de créditos que un estudiante debe aprobar en la formación universitaria) para la realización de un máster, pero de momento no puedo realizarlo por el horario que tengo en el trabajo así que me gustaría realizarlo en el futuro.

Marianny: Yo también quiero realizar una maestría. Posiblemente el próximo año la inicie.



¿De qué manera animaríais a los que lean esto a colaborar?
Aquilino:
Yo les diría que la gente allí realmente lo necesita. Al igual que nosotros lo hemos tenido, otros están esperando para poder iniciar sus estudios y merecen una oportunidad, todos la merecemos. Que es muy bonito cuando uno recibe la carta de un niño o una niña agradeciendo por haberle brindado la ocasión, hace que uno se sienta muy bien. La verdad es que les animo a que sientan ese orgullo que por ejemplo yo siento ahora ayudando.

Marianny: Hay muchas personas, jóvenes y niños que tiene el deseo y quieren estudiar pero que realmente la situación de su entorno es difícil y sus padres no pueden ofrecerles esa oportunidad, es muy bonito cuando se ayuda a otros a que se desarrollen y en mi caso me encuentro muy agradecida y muy feliz de haber podido lograrlo.

 ¿Qué tiene la ONG “Si Quieres, Podemos” que haga que se funcione diferente a otras organizaciones más grandes?
Aquilino:
Yo pienso que lo que la diferencia con las demás es que uno tiene contacto directo con la persona a la que ayuda. Cuando yo tenía mi padrino, yo tenía contacto directo por correo, Facebook o por teléfono, se le brinda la posibilidad a ambos de comunicarse. Ahora que yo soy el que apadrina, tengo contacto directo con mis ahijadas. Eso es muy importante y sólo en esta organización se tiene.



¿Cómo es el apoyo que se recibe de esta organización a diferencia de otra mayor?
Marianny:
Yo diría que no sólo es el apoyo económico. Ellos siempre han estado ahí en todo lo que hemos necesitado, no sólo lo material, sino cualquier necesidad que se tenga como motivación o apoyo emocional. También apoyan financiando algún vehículo, motocicletas, para que los desplazamientos sean posibles o con la ayuda en el pago de algún alquiler en la capital. También fue importante cuando construyeron una torre para poder tener internet en casa de Lucía. En el caso de mi hermana ella no podía estudiar porque le dolía siempre la cabeza por problemas de visión pero mis padres no podían comprar las lentes y desde la ONG le compraron las gafas, como dicen aquí. 



¿Hay algún tipo de selección de los chavales aspirantes al apadrinamiento?
Sebastián:
Nosotros hemos creado un sistema interno de evaluación de los candidatos. Lucía, la persona que está allí nos envía unas fichas de los candidatos con una entrevista y fotos de su entorno social y familiar, así como información acerca de la familia, sus ingresos,... y se aportan las notas del bachiller en el caso de que solicite una beca para ir a la universidad y a raíz de todo eso se toma una decisión. Los factores decisivos además de la necesidades económicas, es que veamos que esa persona va a aprovechar la ayuda para ir a la universidad.

Marta: Al principio comenzamos en la comunidad donde vivía Lucía y conforme nos venían a solicitar más ayuda desde otros lugares comenzamos a diversificarnos. Nos llegaban solicitudes de la directora de la escuela [...], luego comenzamos a trabajar con las universidades y firmamos un acuerdo marco de colaboración con la universidad de Marianny, [...] Al habernos convertido en un recurso de la comunidad cuando vamos allí tenemos reuniones con el rector y toda la plana mayor de la universidad, y claro, ya nos conoce todo el mundo, con lo cual nos ayudan y ellos también nos piden ayuda. Así conocimos a Junior, un joven estudiante universitario que tenía que dejar la carrera, algo muy normal allí, ya que no tenía dinero para el transporte ni siquiera para comer durante el día en la facultad, los profesores le pagaban la comida. Al enterarnos  comenzamos a ayudarle. Otro ejemplo es el de una chica haitiana que vivía sola y que tenía en su piso un salón de belleza y con eso pagaba la universidad, pero el ama de la casa al enterarse le dijo que no podía trabajar allí y se quedó sin fuente de ingresos por lo que también tuvo que dejar la universidad. Esas historias no van llegando por diversos sitios. También colaboramos con un hospital infantil, que hacen una labor impresionante con voluntarios y con ellos pues lo mismo, cuando tenemos un niño enfermo nos lo tratan allí y no nos lo cobran y cuando ellos tienen un niño con necesidades educativas o económicas pues nos lo canalizan. Cuando Sebastián y yo vamos en verano vamos tejiendo una red, pequeña pero que va creando lazos de colaboración que hacen un beneficio mutuo.



¿Cuáles fueron vuestras motivaciones para crear una ONG?
Marta:
Yo pertenecía a una organización que en el año 1986, con un grupo de jóvenes, estuvimos trabajando los dos meses de verano y allí conocía a una persona, que es Lucía, que me llamaba la atención por su testadurez a la hora de conseguir recursos. Volví otra vez en el año 1990 [...] y fui a su casa, conocí a su familia y mantuvimos contacto siempre [...]. Siempre me llamó la atención que nunca me pidió nada, sabiendo que tampoco tenía nada y que era fácil que surgiera la tendencia a pedir a alguien que tiene más que tú. Ya en el año 2007 [...] una de sus sobrinas y prima de Marianny. Roselly, había empezado a estudiar en Santiago de los Caballeros, una ciudad alejada de la zona rural donde vivía la comunidad [...] y suponía un esfuerzo económico bastante grande para la familia. Coincidió que el padre enferma y las necesidades de transfusiones de sangre en un país que no tiene banco de sangre es un problema muy grande ya que tenían que buscar un donante compatible, trasladarlo al hospital, pagar por la prueba cruzada y realizar la transfusión, por lo que  los pocos recursos que tenía se los agotaron con la lucha contra la enfermedad. Lucía me contó que su sobrina tenía que dejar los estudios y yo le pregunté que cuanto necesitaba para seguir estudiando y yo me comprometí a enviarle mensualmente los cien euros que necesitaba. Al regresar los hablé con Sebastián y mi hermana y les pareció una idea fantástica y me dijeron que también estaban dispuestos a pagar los estudios universitarios de quien lo necesitase y así mi hermana comenzó a pagarle la carrera a Aquilino, el segundo estudiante que entró y el boca a boca hizo que pudiéramos ayudar a sesenta chiquillos. Tras eso formamos una asociación y lo legalizamos para que todo fuese lo más transparente posible y hasta hoy,

¿Cómo se tomaron en la comunidad donde desarrolláis las actividades de la ONG en la República Dominicana vuestra incursión e intervención?
Marta:
La primera vez que fuimos allí fue muy impactante y duro ya que te enfrentas a unas situaciones de miseria en las que te gustaría ayudar a todos pero es imposible. Al llegar nos tenían preparada una fiesta sorpresa en la que nos cantaron, bailaron, recitaron,... con toda la comunidad presente en el “centro de madre” (espacio comunitario para las reuniones del consejo y actos públicos de la comunidad), y al final todos los niños se subieron a la tarima a cantarnos “Color Esperanza” y te puedes imaginar,... yo estaba escondida detrás de la cámara.



¿El ver que Marianny y Aquilino han salido hacia delante es la mejor justificación al haber montado la asociación?
Marta:
Por supuesto, es la mejor justificación y además es una justificación que nos hace mucha falta ya que no todos los casos son éxitos como los suyos y también tenemos estudiantes que han resultado tener menos grado de implicación y claro, nosotros tenemos que justificar con los padrinos de aquí los malos resultados académicos de los estudiantes de allí cuando tú eres el primero que no tragas por esa situación, y ha sido duro pero hemos tenido que echar a algunos estudiantes. Un ejemplo es el caso de Delia, que comenzó a estudiar medicina desde el principio y ella siempre tenía mala suerte, cada vez que íbamos había algo,... el examen de ingreso no lo aprobó, tuvimos que pagarle un curso puente de seis meses antes de entrar, luego en el primer curso no le publicaron unas notas de una asignatura, y así de forma reiterada iba suspendiendo asignaturas y cada vez se matriculaba de menos por diversas situaciones personales y familiares, siempre había un problema, así que optamos por ponerle un ultimatum y al no alcanzar los mínimos planteados la echamos. Eso fue en el mes de febrero y a principios de junio matan al padre, un padre que al igual que el de Aquilino y Mariannny estaba implicados. Ante esta situación volvimos a plantearnos el ayudarla a sacarse la carrera y que empezara desde el principio pero al volver a descubrir que no hacía nada la echamos por segunda vez y no te puedes imaginar lo duro que es eso ya que es injustificable ante cualquier padrino. Son decisiones muy difíciles.



Sebastián: Tenemos que ser muy exigentes con nosotros mismos porque si alguien que colabora descubre que nosotros no hemos transmitido lo antes posible lo que está ocurriendo, al cabo de unos meses te lapidas. Tú lo has vivido allí y sabes lo que es aquello pero el que no lo conoce, y está a portando, lo que quiere es que su ahijado vaya progresando, y en esas ocasiones si no cortamos de raíz la gente que no está aprovechando esta oportunidad, pagan “justos por pecadores” y todos los demás se pueden quedar sin padrinos. A mí me pasaría lo mismo si fuese un amigo el que me pidiera que le echase un cable en un proyecto de este tipo y al tiempo me viniese con una historia como ésta.

¿Cuáles han sido los inconvenientes que os pudieron desanimar a continuar?
Marta:
Yo creo que el principal ese.

Sebastián: Ese y sobretodo el adaptarse al ritmo de allí. Nosotros vamos nueve días y en ese tiempo tenemos que visitar a todos, reunirnos con los universitarios, ver a los posibles nuevos beneficiarios, atender a la gente que quiere regalarte cosas y después las reuniones con los organismos universitarios con los que tenemos convenios, la atención de los medios,... Nuestra agenda de viaje es extenuante, vamos con la mentalidad europea y allí mejor relajarte porque a fulanito, que le vas a pagar porque te lleve a la ciudad ya que estás en la montaña, te llega con el carrito y te dice que no llegamos a tiempo y esas cosas a nosotros nos chocan porque les intentamos hacer ver que estas son oportunidades que no puedes dejar pasar. Pero el ritmo caribeño te impacta.

Marta: De hecho a Marianny y Aquilino los estamos matando. Estoy convencida [Risas] Cuando llegan a casa se van los dos directos a tumbarse a la cama [ríe Marianny], y yo creo que les ha picado la mosca del sueño. [Bromea Marta] No nos siguen el ritmo. También diría que si hay alguna cosa que te hace pensar en tirar la toalla, es la cantidad de tiempo que te absorve, que sale de tu tiempo libre, [...] cuando sales de trabajar, los fines de semana y tus vacaciones. Es curioso que nos resulta realmente fácil encontrar dinero e imposible encontrar tiempo. Nadie te da su tiempo. Bueno María José es la única persona que se ha implicado de verdad y ha dedicado su tiempo, y no sé ni las horas que habrá echado en planificar nuestra agenda con los medios. Es la persona, el resto te dice: “yo te doy dinero pero tengo muchas cosas que hacer”.

Sebastián: Esto es como ir a correr, que yo antes lo hacía a diario, y te venía un amigo y te decía, “yo mañana voy a correr contigo”. El primer día viene, el segundo tiene unas agujetas tremendas y el tercer día 40 millones de excusas. También nos ha ocurrido eso. Ya nos miramos y vemos que nos ofrecen hacer muchas cosas, como un blog que tenemos medio hecho, y son cosas que nos desbordan ya que no podemos llegar a todas ya que por nuestros trabajos viajamos mucho. Ya el hacer el trabajo administrativo se lleva gran parte de nuestro tiempo [...] al igual que todo el seguimiento de la cotidianidad de los ahijados ya que allí la salud es bastante mala.

Marta: Ahora tienen un virus procedente de África en la isla que se llama “Chicungunya” que los está machacando. [...] También hay muchos niños con ataques de epilepsia.



Al ser una ONG pequeña no contáis con patrocinadores, ¿sobrevivís sólo con las cuotas de los socios? ¿Contáis con algún tipo de subvención? ¿Cómo se logra?
Marta:
Las cuotas de los socios y nuestro bolsillo. [...] Empezamos con Roselly y una vez que estaba licenciada nos planteamos seguir tapando agujeros apadrinando a otro niño. [...] Nosotros nos lo pagamos cada vez que vamos. Queremos que los padrinos tengan claro que el dinero que dan para su estudiante es para él. Yo si yo quiero hacer otra cosa, o me invento una cena o lo saco de mi cuenta bancaria y al final como el tiempo para organizar algo no lo tienes pues lo sacas de la cuenta bancaria. Ahora por ejemplo cuando han venido Marianny y Aquilino como fue una idea nuestra y no todos los padrinos pueden o quieren ir allí, nos hemos traído un trocito de aquello aquí, y Sebastián y yo hemos cubierto el billete, el seguro, los visados, están en casa,...

¿Cómo habéis logrado el contacto directo de los padrinos o madrinas con los ahijados o ahijadas?
Marta:
[Entre risas] Machacándoles. Ese es uno de nuestros caballos de batalla, ellos te lo pueden decir mejor que nadie. Hay ciertos temas que cada vez que vamos les insistimos.

Marianny: Sí, nos insisten con en que aprendamos inglés, que nos esforcemos en los estudios,... Nos ponen uno por uno como si fuera un examen, [...] y te revisan las notas. [...]



¿Consideráis que la iniciativa de traer a Marianny y Aquilino a España va a proporcionar nuevos socios a la ONG?
Marta:
Yo espero que sí pero no tengo ni idea de cuantos puede llegar a proporcionar.

¿Hay motivación por parte de los padrinos por conocerlos?
Marta:


Sebastián: Mucha. Ten en cuenta que nos movemos en un círculo de familiares y amistades todo el mundo nos conoce y ya los conocen por fotos y vídeos. Yo creo que es una motivación. Tenemos dos objetivos, el primero es fidelizar, que ya es difícil en los tiempos que corren en los que todos andamos cortitos y el segundo ampliar con socios que aporten dinero o socios que estén dispuestos a compartir trabajo con nosotros.

Marta: Si alguien quisiera llevar las cuentas me haría la persona más feliz del mundo. [Risas]

1 comentario:


  1. Me siento muy agradecida y sólo tenemos palabras de testimonios sobre un caster hechizo poderoso llamado Dr.Moon que me ayudó a traer a mi amante en el espacio de 48 horas. Habíamos estado separados por unos 3 meses, al principio que nunca sentí que estaba haciendo lo correcto ponerse en contacto con un lanzador de hechizos, pero me encantó a mi amante tanto que no le doy para nada en este mundo. Así que decidí contactar con Dr.Moon a través de su dirección de correo que encontré en internet y le dije sobre mi situación, al principio que enseñé que Dr.Moon no será capaz de llevar mi amante hacia atrás hasta que mi amante me llamó y estaba tan ansioso que me después de 48 horas que i en contacto con Dr.Moon. Ahora yo y mi amante de vivir juntos y él no puede pasar una hora sin mí, me siento tan feliz de compartir este testimonio porque no había ningún acto negativo conectado al DR. Hechizo de luna, su hechizo fue tan rápido y confiable. Puede contactar con Dr.Moon en su correo electrónico si usted realmente desea a su amante en el correo electrónico: doctormoontemple778@gmail.com o llame al número de teléfono móvil de Dr.Moon en +2348152247947...

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