martes, 24 de marzo de 2015

Andrés Torreadrado. La mirada diferente.


  Fotografías #jllpaneque

Se acababan los días de la exposición y no hablaba con el autor. La exposición me sorprendió gratamente. Algunas imágenes me resultaban familiares aunque he de reconocer que el verlas impresas y enmarcadas, agrupadas y aisladas cobraban más sentido. Sabía que una mañana las encontraría en el pasillo camino del desayuno pero no pensaba que fuese a gustarme tanto.

Andrés llevaba años disparando sus cámaras y sabía de sus gustos y su afición a este arte pero no habíamos tenido la ocasión de hablar en profundidad de fotografía. Ahora era el momento oportuno para mantener una conversación con él, hablar tranquilamente de materiales, cámaras, fotos, técnicas,... en definitiva el diálogo distendido de dos personas que les une una afición. 

Andrés Torreadrado es operador de cámara en la televisión pública desde 1996. Anteriormente había trabajado en Televisión Española pero eso me lo contó cuando por fin logro quedar con él durante un almuerzo.



Andrés, ha sido difícil conseguir quedar contigo.
Me hago de rogar. [Risas]


¿Cómo empiezas en el mundo de imagen fija?

Yo estudié fotografía como FP. Era la primera promoción de Formación Profesional de Imagen y Sonido de Madrid. Tras hacer el bachillerato me fui con “los chicos tontos” de la FP, elegí la rama de Imagen y Sonido y la especialidad fue fotografía porque en aquel momento era fotografía o vídeo pero la fotografía era la que resultaba más económica para el ministerio a la hora aplicarla.


Entonces ¿Cómo entras en la imagen en movimiento?
En aquella época, yo terminé en el año 1988, el mercado audiovisual se movía y Televisión Española demandaba gente. Solo existía el Instituto Oficial de Radio y Televisión donde se formaba la gente y entraba con una beca directamente a trabajar pero no les daba para cubrir los puestos que necesitaban. Nos propusieron becas a los de FP y yo realicé una de ellas y entré aunque venía de la fotografía, después el mercado laboral me llevó a opositar y sacar oposición, aunque sin plaza fija.


Investigas el blanco y negro y el color ¿Positivas o imprimes?
De momento imprimo y ahora estoy empezando a querer positivar. Estoy en proceso de montar el laboratorio. ¿Blanco y negro o color?,… hasta 2012, que son parte de las fotos que hay aquí de Nueva York, sólo hacía blanco y negro y desde 2012, a partir de ese viaje y de esas fotos comencé a fotografiar personas y a usar el color. Depende de la temática.


¿Qué te condiciona?
Yo prefiero el blanco y negro, me parece más expresivo, pero últimamente me gusta la foto documental y creo que hacer foto documental en el siglo veintiuno en blanco y negro es un anacronismo. Ya dependiendo del tipo de fotografía, si es más personal voy al blanco y negro o si voy a documentar un hecho disparo en color. Aunque a la misma vez me estoy contradiciendo porque tengo un trabajo documental a medias que he hecho en blanco y negro. Lo que sí entiendo es que se tiene que decidir antes de preparar un trabajo.







Acabas de montar una exposición donde a modo de retrospectiva muestras un resultado misceláneo en temáticas trabajadas en tu tiempo libre durante los últimos tres años. Parece como si hubiera costado decidirte qué fotografías exponer. ¿Te costó decidirte sobre qué fotografías imprimir?
Está feo que te lo diga pero ha influido el criterio económico. Montar una exposición monotemática significa sacar mucho trabajo, imprimir mucho y por lo tanto es muy caro y en este caso he aprovechado una pequeña parte que ya tenía impresa, aún así ha sido muy caro.


Hablamos de una inversión mucho mayor entre impresiones, marcos y tiempo.
Sí, para una monotemática el trabajo de selección hubiese sido mucho más largo se me hubiese ido de tiempo, que por otro lado también era un condicionante.

En esta exposición “2011: Ausencia por motivos personales” incluyes dos premios que has recibido por el Ateneo de Mairena del Aljarafe en dos convocatorias consecutivas. ¿A cuántos concursos te has presentado antes de obtener reconocimiento alguno?
Verdaderamente no lo sé ya que no soy un fotógrafo “concursero”, solo me presento cuando encuentro una temática que me guste y coincide que tengo algo adecuado, pero no lo voy buscando. Estoy por decirte que fue el primer concurso al que me presenté en Mairena y fue un poco casualidad y luego en toda mi vida a no más de diez concursos.

Gran porcentaje, un veinte por ciento. ¿Eso hace que te entren ganas de presentarte a más?
A mí me gusta presentarme porque son un ejercicio selección. Me gusta presentarme y si lo gano, pues bien, pero el hacerlo merece el esfuerzo. Tengo predilección por un concurso de Guadalajara, “La Abeja de Oro”, seis de las fotos de Marruecos están presentadas a ese concurso y realmente me gusta porque se premia una serie de seis fotografías y no una foto única.




¿Se premia entonces la serie?
Se premia la serie y se premia la unidad temática. Se visionan en conjunto y te obliga a pensar cuales imprimir, cuál va primero, cuál pones la última, el contar una historia,… es un ejercicio muy bueno para el fotógrafo. Yo me he apuntado dos veces, aunque no he pasado nunca de la primera fase. Parte de las fotografías en blanco y negro de paisajes de líneas y personas son de mi apuesta de hace dos años y las de color de Marruecos y el agua, son de la última edición.



Amante del ritmo, la composición equilibrada, la quietud. ¿Cuál es tu fotografía favorita de esta exposición?
[Pensativo] Me has pillado. [Continúa pensando] No la hay, no la hay.


Tiene que haber alguna que al cerrar los ojos y se te venga a la mente.
Depende del día, pero no. No tengo ninguna en especial.



Me consta que tenías tus reparos a exponer. Imagino que es por lo que llegas a exponerte personalmente frente al público. La exposición ha tenido muy buena aceptación. ¿Cómo lo estás llevando? ¿Tienes ganas de repetir?
[Se lo piensa y tarda en responder] Estoy contento. Tenía muchos reparos, ya que exponer, la palabra lo indica... "te expones" y además hacerlo en el ámbito laboral, que es más complejo, ya que es difícil separar cuestiones personales y laborales por lo que pueden gustar las fotos y caer mal a alguien o caer bien y no encontrar sinceridad. También, al ser gente que ve las imágenes durante un mes, es posible que terminen hartos de verlas aunque les guste. Me ha llamado la atención de que ha habido mucha gente que me ha dicho expresamente que le ha gustado y he reconozco que me ha alegrado.

¿Repetirías aquí?
No lo sé... Me gustaría mejor tener más tiempo y seleccionar parte de las del último viaje a Nueva York, en el 2014, de las que aquí hay seis fotos y creo que debería ser una exposición más trabajada, más homogénea.

Hacer una exposición monotemática.
Sí. Esa es la manera. Aquí como antes contaba he aprovechado unas pocas imágenes que ya tenía impresas y me condicionaba el espacio, que no es una estancuia definida, por lo que al tener zonas diferenciadas me dio pie a hacerlo de esta forma.



Hay una fotografía en la exposición compuesta de 20 fotografías de formato cuadrado donde has reflejado diferentes rincones del edificio donde trabajas, del centro territorial de la televisión andaluza. ¿Qué pretendías con estas imágenes que después, a modo de juego, has diseminado por los lugares donde fueron realizadas?
El motivo era realizar un guiño o broma a los compañeros y hacerlo más activo. Para muchos este edificio, al ser un edificio de trabajo, les da vibraciones negativas. A mí me parece un edificio bonito. Lo primero porque me parece que es un edificio que tiene muchas posibilidades y se me ocurrió el juego de hacer un mosaico con 20 imágenes que he ido haciendo durante años en mis ratos libres, [...] y las he colocado en los sitios donde han sido hechas. Me acuerdo de alguna está colocada en sitios bastante extraños o difíciles de llegar y me parecía un juego interesante, aunque no lo he explicado mucho con objeto de que la gente se preguntara y al encontrarse la foto suelta pegada en un lugar dijera ¿esto qué coño hace aquí? Es como provocar al espectador a mirar de otra manera. [...] Como ya te he comentado son imágenes que están a la vista de todo el mundo pero que pocos han reparado en ellas.

En tus viajes a Nueva York, ciudad que te apasiona y así aparece reflejado en las fotografías de esta exposición, nos muestras una ciudad en color y monocromática alejada de los círculos turísticos. ¿Qué es lo que más te fascinó de la urbe cinematográfica por excelencia?
Cuando fui la primera vez en marzo del 2012, era un viaje de turismo puro y duro con mi pareja y mi sobrina y ni siquiera pensé que fuese a tener un tiempo para hacer fotografías. Nueva York es la ciudad más fotografiada del mundo, es un reto, pero no sabía cómo lo iba a hacer. Mi planteamiento previo era retratarla en blanco y negro con mucho contraste y al llegar allí me pedía hacerlo en color. Tras pelear conmigo mismo me salió en color y apareció la gente. En 2014 cuando volví llevaba cuatro meses pensando qué iba a hacer, seguía con la idea de continuar lo que había empezado en 2012 y me salió al revés. Me traje el blanco y negro, oscuro, por lo que la serie se llamará “Back NY, Dark NY”. […]



Estás de lleno en la preparación de tu laboratorio de revelado y positivado en blanco y negro. ¿No te fías de los laboratorios o es una cuestión romántica?
Se vende la idea de la fotografía analógica como un tema romántico pero no tiene nada de romántico, es un término acuñado desde la fotografía digital.

Pero la recuperación de técnicas antiguas siempre va envuelto de un halo de romanticismo. ¿No es así?
Pero no es volver porque realmente nunca se fue. Otra cosa es que mucha gente dejó de hacerlo, pero el calificativo de romántico se ha puesto, como te comentaba, desde lo digital. Los “digitales” lo definen como romántico pero los “analógicos” no.
Volviendo a la pregunta anterior, no es que no me fíe de los laboratorios,  hay laboratorios muy buenos y yo estoy contento con quien me imprime, aunque hay obvias limitaciones. Si quieres imprimir una copia bien lo puedes hacer en Sevilla o en Utrera con Ignacio González [...] que le pone el 150 por ciento al trabajo y lo clava. El hacerlo tú es la mayor satisfacción, ya que en mi opinión el destino final de la fotografía tiene que ser el papel, un objeto, es como tener la paternidad completa, no es por esnobismo o romanticismo ni mucho menos, es que lo has hecho tú y si te ha salido mal, te ha salido mal a ti y si te ha salido bien, también.



Parece evidente que el digital no ha llegado a los niveles de calidad alcanzado con los negativos y las diapositivas. ¿Qué crees que le falta?
No estoy de acuerdo al cien por cien con esa afirmación. En digital puedes hablar de cámaras micro cuatro tercios, de fullframe, o de formato medio que tienen también respaldos digitales,... no creo que sea un tema de mejor o peor. Creo que tiene una parte muy buena y es que ha popularizado el uso y eso mismo es su parte mala, la popularización (casi vulgarización) de ese uso. [Risas] Se ha sustituido la búsqueda, que realmente es lo que deja poso de conocimiento, por el ensayo-error, ensayo-error a una velocidad multiplicada por mil. Eso, el digital lo ha hecho fácil para mucha gente, pero al que quiere aprender fotografía de verdad, realmente le da igual. [...] A mí me pregunta mucha gente, y constantemente, si las fotografías están hechas en analógico o en digital, con qué cámara están hechas,... cuando lo importante es si te transmite o no te transmite, el resto da igual. El digital por tanto ha facilitado el camino para que mucha gente se acerque a la fotografía. Hacer fotos bonitas es muy fácil, pero lo importante es hacer fotos que digan algo y eso lo puedes hacer con una digital o con una analógica. 

¿Es complicado encontrar carretes fotográficos en diferentes formatos? ¿Y líquidos para revelado y positivado?
No, carretes no y líquidos tampoco.



Estaba la falsa idea de que todos esos materiales y la industria que está detrás se estaba perdiendo. De hecho hemos visto cerrar laboratorios.
Evidentemente antes en el centro de la ciudad había diez tiendas donde podías comprar carretes y ahora hay una o dos, pero luego está la megatienda que es internet [...] que en 24 horas tienes lo que quieras.

Cuentas con una extensa colección de cámaras. ¿Con cuál te gusta más realizar fotografías?
[Directo] Con la más adecuada que tenga en la mano en ese momento.

No me creo que te dé igual disparar con una Hasselblad, que sé que tienes o con una Minox, que no sé si tienes.
Sí tengo una Minox. [Risas] Me gusta usar una Hasselblad [...] pero realmente a mí me gusta usar las cámaras. La cámara te tiene que gustar usarla. Hay miles de cámaras y unas valen para una cosa y otras valen para otra cosa, no hay ninguna mejor o peor. Es como comparar un Ferrari con un Hummer, depende, si vives en un pueblo con carreteras de tierra para qué quieres un Ferrari. Te tienes que sentir cómodo con la cámara y que a la hora de hacer la foto no estés pensando en ella. A mí me gusta que sean lo más sencillas posibles y no perder el tiempo en buscar las funciones combinadas en los botones. Tengo que estar cómodo con ella.



Está bien que tenga pocos botones pero tampoco te vas a ir a una Nopo. ¿O no? Aunque la tengas.
Sí tengo una estenopeica Nopo y es que la fotografía son dos cosas luz y tiempo. Cuánta cantidad y cuánto tiempo y con esos dos parámetros contar cosas.

¿Qué temáticas son las que más te motivan a disparar tus cámaras?
Me gusta ver lo que está delante de todo el mundo y nadie repara en ello. Eso puede ser un juego de líneas o puede ser un gesto o una persona o algo. Quiero recalcar especialmente que no me gusta la fotografía callejera.

Sin embargo en esta exposición sí que hay fotografías callejeras.

Yo prefiero llamarlos paisajes urbanos aunque incluyan personas. Las personas no son protagonistas y son personajes anónimos.



Entonces, desde tu punto de vista ¿Cuál sería la fotografía callejera que no te gusta?
La fotografía callejera es la gran moda actual de hacer fotos a la gente desconocida en la calle a ver si le pillas un gesto raro para que te digan “qué buen momento”. Lo cual me parece una estupidez. No me parece bien hacer fotos a escondidas, aunque tuve mi momento, pero ahora me parece un horror. Lo de "robar" una foto no lo considero un mérito sino más bien un demérito. Cuando la técnica o la osadía se imponen al contenido la imagen es difícil que me interese. [...] Yo de todas formas intento no molestar nunca a nadie, a muy poca gente le he pedido permiso para fotografiarlos porque no me gustan las fotos preparadas excepto retratos, que no suelo hacer, y si los hago siempre consentidos.

No te escondes pero no tiene porque saber que le estás haciendo una foto. ¿Eso es lo que quieres decir?

En Nueva York tú le haces una foto a alguien tranquilamente y nadie te dice nada y aquí te ven con una cámara y te vienen a decir generalmente de malos modos que “qué estás haciendo, a mi no me hagas fotos”. También en mis fotos las personas nunca son protagonistas, suelen ser gente anónima, aunque salga gente mirando a metro y medio. [...] Esas fotos yo las hago con angular, con una óptica de 35 milímetros, nunca con un teleobjetivo (de hecho no tengo) me parece un poco cobarde, un horror.



¿Tienes en mente algún otro proyecto fotográfico?
Me gustaría completar un evento que empecé el año pasado, pero no sé si lo voy a hacer. Mi verdadero proyecto ahora es hacer fotos, ya que llevo dos o tres meses casi parado. Funciono mucho por espontaneidad y quiero hacer fotos.

¿Qué le dirías a alguien que comienza en este fascinante mundo gráfico?
Que se forme, que se forme, que siga estudiando,... que vean muchos libros de fotografía y pintura. Yo tengo muchas carencias de esto último y he empezado a corregirlo muy tarde. Que seleccione bien los cursos que va a hacer. Que huya de los foros ya que son una escuela muy viciada, que sea exigente y que huya también del halago fácil de Facebook y las redes en general, y que se junte con grupos donde él o ella sea el peor, que es lo que yo suelo hacer. Cuando me reúno con gente intento ser yo el novato.


¿Quieres aportar algo más?
Me gustaría dar las gracias a Ángel Fernández Millán porque cuando tuvo la idea de exponer y me la propuso yo no tenía mucha fe en ello, me alegro de haberme equivocado y creo que fue muy meritoria su propuesta.



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