martes, 30 de diciembre de 2014

Treinta mil visitas en 2014

 
No quiero terminar el año sin agradeceros, a todos los que leéis el blog, el seguimiento y el cariño que me hacéis llegar. Este año que acaba hemos conocido historias y proyectos personales muy interesantes y alternativos que en ocasiones no tienen la posibilidad de difusión o atención mediática. En #LaNuevaGeneraciónPerdida queremos continuar contribuyendo a ello.
También quiero agradecer a los colaboradores sus aportaciones fotográficas y sus entradas. Todos sois #LaNuevaGeneraciónPerdida y las treinta mil visitas de 2014 están dedicadas a vosotros y vosotras. En relación a la fotografía quiero agradecer especialmente su participación desinteresada a Fernando Ruiz @ferufab ya que no nos conocemos personalmente pero las redes sociales han comenzado a fraguar una amistad.
Gracias amigo. Y cómo no, Alfonso Vargas, mi hermano de corazón. Muchos queremos tener la posibilidad de estar en dos lugares al mismo tiempo, yo lo consigo en ocasiones gracias a él, que se esfuerza en encontrar nuevos ángulos y puntos de vista con los que sorprendernos a todos, y lo logra, cuando a mi me es imposible ir. Gracias Alfonso. Este año también nos han brindado sus letras varios colaboradores. Pepe, Irene, Alba. Mil gracias por vuestro tiempo e interés. Sé que estáis ahí y las puertas están abiertas a nuevas colaboraciones.
María José, no tengo palabras de agradecimiento para ti. Sabes que estás en tu casa. Gracias por tus maravillosas entrevistas. Me consta que estás preparando una interesante históricamente y de la que te has documentado bastante. Pronto la veremos.
También éste año conoceremos a jóvenes creadores en diferentes facetas artísticas y que llevan tiempo luchando y trabajando por abrirse un hueco en el panorama cultural que tan castigado está desde el comienzo de la situación denominada de crisis. Entre otros a Jonás Torres, el cuál conoceremos en el 2015 y del que podéis admirar su obra hasta el día 4 de enero en la calle Castelar en Sevilla dentro del proyecto INICIARTE.

Espero veros pronto leyendo las nuevas historias que todos y todas estamos por conocer.

Salud

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El increíble viaje de Javier Sierra a la Pirámide Inmortal.



INFORMA: Mª José Andrade
FOTOGRAFÍAS: Rubén Hergueta


En el año 2004 Javier Sierra quedaba finalista del Premio de Novela Ciudad de Torrevieja con su novela, La Cena Secreta. Hacía dos años que lo había conocido, pero esa noche vivimos la alegría del reconocimiento y la seguridad de que ante él se abría una puerta para compartir, con el mundo, toda su sabiduría, años de viajes y experiencias únicas.
Y lo consiguió. Javier Sierra es uno de los novelistas más reconocidos. Sus obras han sido traducidas a más de cuarenta idiomas y es el primer autor español que ha visto sus libros en el “top ten” de la lista de best seller de The New York Times.
A Javier le tengo que agradecer no solo su entusiasmo, cuando habla de sus libros, también su generosidad por haberme dado la oportunidad de escribir y por dejarse entrevistar cada vez que se lo he pedido, sabiendo de su apretada agenda.
Casi a las puertas de la Navidad, bajo la luz Ra y el Cinturón de Orión del pintor y escultor, Guillermo Pérez Villalta, nos sentamos a hablar.
A Javier Sierra no se le pregunta, se le escucha para aprender de él. Sus palabras te llevarán hasta su universo: un lugar donde la realidad y la ficción se fusionan gracias a la imaginación de este mago extraordinario.


El punto de inflexión en la vida de Javier Sierra comienza con un pensamiento dedicado a la muerte. A su propia muerte. Decidió escribir para combatirla y, al igual que nuestra especie, tratar de explicársela. ¿Lo ha conseguido?
La muerte realmente es el gran misterio. Es aquello que, probablemente, nunca terminaremos de resolver, pero cuando descubres que hay una forma de burlarla, que consiste en mantener la memoria de lo que tú has hecho en las personas que tú quieres, ves que puedes dedicar tu vida precisamente a eso.
Un escritor, cuando se pone a la tarea de trabajar en uno de sus libros, de alguna manera está regalando a sus lectores la energía que después a él le convertirá en inmortal.
Eso es lo que hago habitualmente y ese es el propósito de mi trabajo.


En Egipto se decía que las pirámides eran tumbas. Pero, sin embargo,  nadie  había sido capaz de encontrar un solo enterramiento. Decían también que guardaban tesoros inimaginables, pero todas se hallaron vacías. Era un error muy extendido considerar que su secreto consistía en algo tangible, material. Tu que has entrado en la Gran Pirámide de Giza, ilegal como reconoces, ¿qué has encontrado allí dentro?
Yo en la pirámide lo que veo es un esfuerzo del pueblo egipcio, de hace 45 siglos,  por recrear en este mundo, lo que está en el otro. De alguna manera, la Gran Pirámide debe ser vista como una especie de representación. De un modelo a escala del más allá en el que era encerrado el faraón, para que pudiera prepararse para su viaje definitivo.
En aquella época lo que se creía era que la salvación del faraón, bastaba para que se salvara el pueblo egipcio y por lo tanto a éste lo sometían a esa clase de pruebas. Pasar a oscuras por pasillos como los de la Gran Pirámide, enfrentarse a distintas cámaras y acabar en una gran habitación con un enorme sarcófago para terminar tumbado. Todo formaba parte de esa prueba en la que el faraón imitaba a Osiris. El único dios del panteón egipcio que murió pero que resucitó gracias a la magia.
La magia, en el tiempo de los faraones, no era una cuestión de creencia, ni entretenimiento. La magia era lo que articulaba el Estado.
La magia era para el pueblo egipcio, lo que para una democracia moderna es la Constitución.
Las pirámides son, en realidad, instrumentos de manufactura divina construidos para lograr la inmortalidad.

Primero fue El secreto egipcio de Napoleón en 2002 y ahora La Pirámide Inmortal. Volvemos a la oscuridad del Sarcófago de la Gran Pirámide, donde Napoleón rememorara distintos momentos de su vida. Se enfrentara a decisiones que tomó en un determinado momento.Un hombre que nunca se dejó llevar por el instinto, entrará hasta las entrañas de la Gran Pirámide, se verá a sí mismo y vaciará su alma ¿Deberíamos tener todos la oportunidad, como Napoleón, de hacer un recorrido por nuestra vida para pensar sobre las decisiones que hemos tomado?
Lo interesante de esto, es que todas las culturas de la tierra, tienen sus ceremonias o sus ritos de transito. Lo que ocurre es que en el occidente contemporáneo, esas ceremonias de tránsito las hemos dulcificado. Las hemos hecho muy light y por lo tanto no transmiten lo que debieran transmitir.
Cuando un niño nace, por ejemplo, y se le da un nombre, de alguna manera pasará por un rito iniciático que es el Bautismo. El niño adquiere su personalidad. Cuando ese mismo niño hace la Primera Comunión, se están disfrazando los ritos de tránsito, del mundo pagano, en las que el niño deja de serlo para convertirse en adolescente.
La ceremonia del Matrimonio, en los pueblos que nos precedieron, eran también ceremonias iniciáticas y estaban llenas de simbología en este aspecto. Todo esto hoy lo hemos reducido a un banquete, a una celebración superficial y poco más. La necesidad que deberíamos cumplir todos, pasando por este tipo de experiencias, es algo que deliberadamente hemos renunciado a pasar, porque el gran tabú de la cultura contemporánea es la muerte.
Nadie quiere hablar de la muerte. Nadie se plantea que es nuestro destino ineludible. Entre otras cosas porque si lo asumiéramos como tal, nuestra perspectiva de la vida, la perspectiva consumista y depredadora de la vida, desaparecería y muchos intereses creados se vendrían abajo.
Pensar en la muerte te hace más libre que aferrarte a una vida en la que, lo único que tienes que hacer es ganar dinero y gastar, ¿no?, que es, como nosotros planteamos la vida.
Es una pena que la visión de la existencia, del paso por este mundo sea tan pobre. Lo hemos reducido, simplemente, al bienestar del cuerpo y no a cultivar nuestra alma, nuestro pensamiento. En nuestra cultura pasa a un segundo plano. Es alucinante que eso esté pasando, pero bueno, son los tiempos que nos ha tocado vivir.

Mi general, ¿qué os ha ocurrido?
Aunque os lo contara, no me ibais a creer. Respondió Napoleón, turbado, a la salida del vientre de la Gran Pirámide de Giza.




Cuando hay una verdadera comunicación entre todos y una globalización de la información, es cuando más miedo nos está dando estar conectado con nosotros mismos.
Hay una búsqueda intensa del hombre, marcándose objetivos, casi imposibles, como, por ejemplo, subir el pico más alto del mundo para encontrarse a sí  mismo. Yo no la entiendo. ¿Por qué el ser humano se busca tan lejos?

Eso es una gran verdad, pero tiene que ver con la superficialidad con la que nos enfrentamos a la vida.
Creemos que las respuestas están todas fuera de nosotros, que hay que explorar, únicamente, el cosmos exterior. Pero hay un cosmos interior que es el que le ha hecho grande, desde que el ser humano se convirtió en lo que hoy es.
Hay que pensar en los artistas, en los poetas, en los filósofos y en la gente que ha levantado nuestra civilización. Todos ellos sacan su fuerza del interior, y de una visión del mundo que nace de una profunda reflexión íntima.
Hoy hemos conferido todo eso a los ingenieros, a los banqueros, a la gente que sólo hace cosas de cara al exterior. Y es lo que aplaudimos. Por eso la cultura está en horas bajas, porque parece que lo que viene de dentro no es importante. Sólo cuenta lo que viene de fuera, lo que pueda tarificarse o monetizarse y eso es un error de visión galopante que terminará con nuestra cultura.
El cáncer de nuestra civilización es, sin lugar a dudas, la falta de visión interior.
Dices que la poesía es la herramienta que los antiguos inventaron,  para decirnos que ciertas personas procedían de una familia especial, diferente, tal vez de raigambre divina. Amenhotep, hijo de un Dios y una mujer humana o Jesús de Nazaret, hijo también de Dios y María, son dos claros ejemplos. Era un tiempo en que había una verdadera conexión con lo sublime. ¿Se ha perdido ese vínculo con lo divino?
Digamos que el mundo se esfuerza en que lo perdamos, pero yo creo que nunca se pierde.
Carl Sagan, el gran astrofísico del S. XX y creador de la serie Cosmos para televisión, decía algo que entronca con la idea de que todos somos polvos de estrellas. De que todos somos de la misma materia que el sol, o que cualquier estrella lejana del universo y que, por lo tanto, existe una conexión íntima y sutil entre nosotros y la creación. Yo creo que ahí está la clave, lo que ocurre es que no nos entretenemos a pensar sobre ellos. Nos creemos que somos una excepción, algo aparte de la naturaleza, pero formamos parte intrínseca de ella.
Cuando descubrimos eso, tu visión de la vida y tu paso por este mundo, pese a todas las dificultades, se hace más luminosa.

Me estoy acordando de que una vez me dijiste que somos pura energía y que el ser humano apenas conoce su potencial para hacer y conseguir lo que se proponga ¿crees que algún día seremos capaces de conocernos a nosotros mismos y la fuerza que tenemos dentro?
Cuando perdamos el miedo. Lo que nos hace anclarnos, digamos, a lo más mundano es el miedo. Si te das cuenta, todas nuestras grandes obras, son obras que parten del miedo. Nos hacemos casas potentes y fuertes, para aislarlo de la naturaleza, del exterior. Muchas de las actividades a las que nos abocamos, son para distraernos, para no pensar y es que tenemos miedo. Tenemos miedo de asumir quienes somos y lo que somos.
Somos criaturas mortales, bueno, pues asumámoslo. Pero aprovechemos las circunstancias que tenemos para mejorar tanto personal, como colectivamente.
El día que perdamos el miedo seremos mejores.
Los humanos no comprendéis que vuestro origen y vuestro fin es convertiros en Dios mismo. Os integraréis en una conciencia tan grande como el universo, lleno de infinita sabiduría y amor. Os expandiréis.




La inmortalidad, eso que tanto deseamos, es un enigma para todos, pero los egipcios intentaron explicar qué había más allá de la muerte, a través de los latidos inconfundibles de los relieves de las piedras. ¿Consiguieron despejar esa incógnita?
Pues de alguna manera sí, porque su civilización hizo una profunda reflexión sobre la muerte y terminaron concluyendo con algo que me parece muy luminoso, muy útil para nuestros días: ellos no vieron la muerte como el fin, sino como el principio.
Para ellos la muerte era lo que llamaban, El Eterno Viaje, El Viaje del Millón de Años. La vida la veían como ese momento en el que uno prepara su viaje, para salir y reúne lo mejor que tiene a su alrededor para que ese viaje sea grato. Por eso los antiguos egipcios tenían esa preocupación por cultivarse, por tener música, por reunir las artes y las ciencias a su alrededor y llevarlas con ellos. Por eso representaban la vida en sus tumbas. No para, digamos, dejar un recuerdo a las generaciones venideras. Ellos pensaban que se lo llevaban al más allá. Esa es la clave de todo. Y el amor, porque el amor también es una parte del viaje.

Ahora que hablas del amor. Este es un libro que trata sobre el amor profundo, de hecho hay un aviso recurrente al protagonista, Napoleón, de que sólo el amor habrá de salvarle. ¿Será el amor lo que salve al ser humano y al mundo que conocemos? ¿Vamos a dejar que nos salve?
Esa es la decisión que tenemos que tomar como especie.
Jesús ya lo decía hace dos mil años y lo han dicho otros muchos personajes de la Historia. Al final lo que hará que evolucionemos, será que nos entreguemos al amor. Y el amor es lo único que nos va a salvar de eso que tanto tememos que es la muerte.
El amor es el que preserva el recuerdo, el que hace que nuestra energía no desaparezca nunca de los que se quedan aquí, sin duda, y además el amor es el que nos trae aquí.
Para mí, hablar de amor en una novela, como esta, es también un símbolo de lo que está en toda mi obra. De alguna manera, lo que propugna toda mi trayectoria literaria es volver a los orígenes, volver a la fuente y la fuente es el amor, porque sólo el amor puede llevar al amor

El libro nos hace preguntarnos cómo hizo Jesús para devolver a la vida a Lázaro y vencer, él mismo a la muerte y resucitar.
El secreto de su sangre divina, mitad humana, fue confiada a los sabios azules. Ellos esperarán durante siglos a un gran guerrero de Occidente que crea en la resurrección. Ese gran guerrero será Napoleón ¿Qué esperaban ellos de Bonaparte?
Lo que yo construyo con los personajes azules, o lo que reconstruyo con ellos, es un mito que está muy arraigado en los países del desierto, de Oriente Medio y es la existencia, en efecto, de sabios, o como algunos lo llaman, El Viejo de la Montaña. Ellos son los que preservan, digamos, la misión importante de la humanidad. De vez en cuando reaparecen para reinyectarla en nuestra sociedad.
En el caso de Napoleón, éste vive en el Siglo XIX, han pasado casi mil ochocientos años de la muerte de Jesús y yo imagino que esos sabios regresan, y ven a Napoleón un nuevo Mesías. Pero fue una opción fracasada: Napoleón se convirtió en un líder político, pero no en un Mesías del pensamiento.
La idea de Napoleón era ilustrar al mundo, transmitir a todos los países los avances del pensamiento de la Revolución Francesa, pero se quedó, solamente, en la imposición militar y eso lo hizo fracasar en su empeño.

¿Por qué hay una conexión tan grande entre Egipto y Francia, donde encontramos Pirámides como la de Fallicom en Niza?
Pues mira, eso es curioso. Los grandes padres de la Revolución Francesa, como Robespierre, querían convertir Francia en una nueva Tebas, una nueva capital egipcia. De hecho, Napoleón estaba convencido de que el nombre de París venía del termino antiguo, Par Isis, a la vez que Isis o del mismo valor que Isis.
Napoleón creía que la ciudad de París fue un centro de culto isiaco, desde la noche de los tiempos, es decir, que desde épocas, incluso, romana y anterior a ésta, había presencia de cultos egipcios en Francia.
Más allá de eso no te sé decir las relaciones. Nadie lo sabe.


Uno de los protagonistas de la novela, Alí, afirma que los ángeles se cruzan por nuestras vidas más a menudo de lo que creemos, que nos traen mensajes. En tus novelas siempre aparecen ¿Pero tú crees que somos capaces de sentirlos y descifrar lo que nos quieren decir?
Yo creo que sí, absolutamente. De hecho esa es una constante, cómo tú has referido, en toda mi literatura.
Mi primera novela La Dama Azul, ya estaba llena de ángeles. Después los recuperé en El Ángel Perdido y ahora vuelven a aparecer en La Piramide Inmortal. Yo creo en ellos y en que están entre nosotros. Creo que, de alguna manera, nos ayudan a evolucionar, o a superar los grandes momentos y que están ahí para empujarnos. Para convertirnos, a nosotros también, en ángeles. Porque tanto ellos como nosotros tenemos el mismo origen y somos polvo de estrellas, como decía Sagan.

Pero en las novelas de Javier Sierra también aparecen personajes oscuros. En La Pirámide Inmortal son los hijos de Set. Ellos son los hijos carnales de las criaturas más egoístas que ha dado la creación: los propios dioses. Pero el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. ¿Será por eso que el ser humano es tan egocentrista?
Pues es una reflexión muy profunda, ¿por qué nosotros tenemos estas características tan depredadoras?.
Cuando uno lee el Antiguo Testamento y se enfrenta a las actitudes de Yavé con respecto a los pueblos enemigos de Israel, uno descubre a un Dios terrorífico, irascible, vengativo, caprichoso, destructor. De alguna manera eso refleja algo en lo que ha creído el ser humano desde la antigüedad y es que todo en la naturaleza es bueno y es malo. Tiene una cara “a” y una cara “b”: el agua es buena, pero un tsunami es malo, el sol es bueno, pero en el desierto es terrible. Es decir, de alguna manera vivimos con esa dualidad y como decían los egipcios: lo importante es no dar un paso hacia ninguno de los dos extremos, hay que saber mantener el equilibrio. El equilibrio entre lo oscuro y lo claro, entre la luz y las sombras. Eso es el Maat, el equilibro. El lugar donde se encuentra la franja de la vida y  por donde nosotros podemos transitar.

Las creencias de nuestros antepasados y durante generaciones representó el ideal de enfrentamiento entre la Luz y las Sombras. Horus era hijo de la Luz; Set el de las tinieblas... los dioses nos dejaron combatir porque así ayudábamos a preservar el equilibro del universo... un eterno balanceo entre dos polos. Maat... el equilibrio... Contra quien hace el mal, ineluctablemente se hará el mal.


Hay un personaje, Nadia, que es una auténtica diosa que ofrece su cuerpo y su sabiduría a Bonaparte a través de la danza. La danza ha sido uno de los lenguajes más utilizados para comunicarnos con los dioses?
Absolutamente. La danza es uno de las artes más antiguas que existen. Es un mecanismo de expresión.
Nos podemos imaginar fácilmente a nuestros antepasados, en el Paleolítico superior, danzando alrededor del fuego.
Cuando la danza se convierte en rítmica, en cíclica, en absolutamente repetitiva, nos está dando, también, una pauta muy curiosa. Ese tipo de danza hace que nuestro sistema de percepción se altere, que nos mareemos, que entremos en éxtasis, que cambiemos de ubicación en el espacio-tiempo.
La danza, por lo tanto, fue entendida como una puerta a otros mundos, más allá de la materia, de lo físico, de lo que nos rodea y por eso es tan importante. Por eso yo le di esa característica al personaje de Nadia en La Pirámide Inmortal, que la convierte en la puerta que utilizará Napoleón, para dar el salto hacia otros mundos.


Hablas del lenguaje del alma. ¿Tú, cuando escribes, recurres al lenguaje del alma para hablar de cosas que están más allá de este mundo?
Pues la verdad es que lo intento. Tendré páginas más afortunadas que otras, pero ese es mi propósito. Conectarme con ese lenguaje, utilizarlo y enseñarle a mi lector a leer en ese lenguaje.
Ese lenguaje no solamente se lee como si fuera una aventura o un texto de entretenimiento. Yo no escribo ese tipo de novela. Las novelas que yo escribo tratan de conmover, de cambiar nuestra visión del mundo, de estimular interrogantes, sensaciones, de abrirnos a lo trascendente.




Al igual que el Templo de Luxor no deja jamás una duda sin satisfacer, las respuestas de Javier Sierra siempre están llenas de una reflexión profunda sobre la vida, el amor y la búsqueda incansable de la esencia del ser humano.
Con Javier Sierra el hombre se encuentra con el hombre y vuelve a su forma más primitiva, y al momento en el que conectaba con la tierra y con sus raíces. Al lugar donde el espejo en el que nos mirábamos nos devolvía la imagen y la semejanza de Dios. Volvemos a ser los gigantes que fuimos y, por un momento, tomamos consciencia de en lo que nos hemos convertido, y en como nos hemos alejado de nosotros mismos.

Gracias, Javier.

"Hay una tierra de los vivos y una tierra de los muertos, y el puente que los une es el amor, lo único que sobrevive, lo único que tiene sentido". Thornton Wilder. El Puente de San Luís Rey.

jueves, 4 de diciembre de 2014

¿Qué es el dividendo digital?

 Fotografía @jllpaneque

Hablamos con Tilano, el técnico de referencia de #LaNuevaGeneraciónPerdida,  para que nos aclare las dudas sobre ¿qué es y cómo funciona el dividendo digital? y para ello antes que nada definimos los conceptos. 


En el diccionario de la Real Academia Española de la lengua, encontramos la definición de dividendo como la parte de los beneficios de una sociedad atribuida a cada accionista.

¿Quiénes usamos el espectro de frecuencias digitales? En realidad todos y todas lo hacemos para comunicarnos cuando hablamos por el teléfono, cuando vemos la televisión, cuando utilizamos el wifi, etcétera.

Antes de la instauración de la TDT, Televisión Digital Terrestre, por la banda de televisión llegaba una cadena de televisión por cada canal. Tras la TDT, en el espacio que ocupaba cada canal de televisión analógico, que ahora se denomina multiplex, entran hasta cuatro canales de televisión digital y en ocasiones alguno más de radio.

Pero, ¿Cuál es el espectro de frecuencias?
Para ello comenzaremos explicando qué es la frecuencia, la cual se define como el número de veces que algo se repite cada segundo.

El espectro de frecuencias a su vez se divide en zonas o bandas de frecuencias, en donde en cada una se dan una serie de circunstancias que hacen que su uso sea para un cometido u otro.

Gráfico creado por Tilano TV

En el cuadro proporcionado por Tilano TV podemos ver cómo se distribuyen las frecuencias. En el primer tramo se engloba la corriente eléctrica y el teléfono, luego sigue la zona de la radio y la televisión, después la zona de las microondas, seguida de los infrarrojos. Hasta aquí tenemos en la escala del espectro de frecuencias las que se encuentran por debajo del espectro visible.

Ese espectro visible es el que se conforma por la luz visible que se descompone en toda la gama de colores. Tras ella, el espectro continúa aumentando en frecuencias con la zona de ultravioletas, rayos X, rayos Gamma y rayos cósmicos.

En referencia a la banda de radio y televisión, decir que estas cuentan con frecuencias diferenciadas. En la de televisión nos encontramos con dos bandas, VHF y UHF. Esta última es la que nos interesa para explicar su ordenación.


 Gráfico creado por Tilano TV

La banda de UHF se encuentra entre los 470MHz y los 862MHz. [...]

Arriba vemos cómo se distribuían los canales en la banda de UHF cuando las transmisiones en televisión eran en analógico, con emisoras que llegaban hasta el canal 65. Con la introducción de la TDT, algunos canales quedan vacíos y otros nuevos se ocupan.

Con la transición que estamos viviendo, todos los canales se encuentran ocupados, pero en enero de 2015 se apagarán los canales que así lo tienen previsto, quedándose los de la TDT y se adjudicarán el resto al dividendo digital (del 61 al 69), es decir, a los operadores de telefonía.

Estamos hablando de la zona de las microondas, que es donde se incluye el 3G (en los 900 MHz y los 2.100MHz), el 4G (en los 800Mhz, 1.800MHz y los 2.100MHz), el WIFI (en los 1,4GHz) y el WIMAX (en los 2,4GHz).

El interés de las compañías telefónicas se debe a que las frecuencias más bajas les  permitirán que la señal llegue a los usuarios más fácilmente y con menos cortes que en las frecuencias altas.

Pero, ¿Dónde sucede el dividendo digital?
Este se produce “físicamente” en la banda UHF de televisión que como habíamos planteado va desde los 470 a los 862MHz.

¿Qué problemas nos podemos encontrar con la aplicación del dividendo digital?
El principal problema que puede encontrar un usuario en su domicilio es hallar el filtro correspondiente para la antena.

¿De qué consecuencias o problemas estamos hablando?
Es fácil, cada vez que se emite una señal en una frecuencia, ésta tiene un ancho de banda a cada lado, pues bien, este ancho de banda se puede meter (dependiendo de la potencia que tenga) en el canal de al lado que en este caso sería uno de televisión, por eso, puede que en algunos casos necesitemos un filtro que nos limpie la señal de telefonía del 4G para que no interfiera en la de televisión.

Otro problema que nos podemos encontrar es que para recibir en 4G hace falta un teléfono de última generación, que me imagino que dentro de un tiempo no será un problema, pero actualmente no todo el mundo dispone de alguno.

Por último, el despliegue de la red en 4G será costosa y desigual en todo el territorio nacional, lo que conlleva una falta de democratización del servicio.

¿Y los profesionales? ¿Qué problemas pueden encontrarse?
Con relación a los entornos profesionales, el problema es parecido al de los filtros. Es decir, que las frecuencias que ahora ocuparán las operadoras de telefonía con el 4G, anteriormente se utilizaban para la microfonía inalámbrica, por lo que hay que contemplar estos rangos de programación a la hora de renovar el equipo para evitar que las frecuencias de 4G se mezclen con las de los audios procedentes de los micrófonos inalámbricos.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

José Luis Romero. La sal de La Mata.


INFORMA: Mª José Andrade 
FOTOGRAFÍAS: Alfonso Vargas 



Caminamos por la calle Calatrava de Sevilla y poco a poco nos vamos acercando a una de las plazas más bulliciosas de la ciudad. La Alameda se extiende infinita custodiada por columnas romanas sobre las que se erigen las estatuas de Hércules y Julio Cesar. Restos de Híspalis romana que recuerda lo que fue. Ejemplo de la ciudad que vive su presente sin olvidar un pasado glorioso.
El jardín más antiguo de España hoy se configura como un ejemplo de convivencia: lo viejo y lo nuevo, lo antiguo y lo moderno. Un paseo que no descansa. Que duerme y despierta en el mismo banco. Un paisaje donde los niños han vuelto a tomar la calle con sus juegos, gritos, saltos, risas y llantos. La Alameda es la vida misma. Y allí, en la vida misma, esquina con es la hora de comer, nos encontramos con José Luís Romero y su restaurante, La Mata 24, que abre a todos como si fuera nuestra casa.



¿Qué me recomiendas para empezar?
Que te diviertas comiendo.

¿Y para comer?.
La torta de Barro. Es uno de los mejores quesos que hay en España. Un queso que se hace en mi pueblo (Villafranca de los Barros, Badajoz). Se trabaja con una sola ganadería. La leche esta cruda, no esta pasteurizada. El cuajo con el que cortan la leche, es un cuajo vegetal que se consigue con la fluorescencia de los cardos borriqueros que hay en los campos extremeños. En su corteza no lleva ni cera, ni parafina, ni  fungizidas, con lo cual se puede comer entero. Con el algodón que lleva por fuera, que lo envuelve, te puedes hacer unas puñetas o un cuello.


El comensal mira sorprendido a José Luís y tras un silencio cómplice, ambos empiezan a reír. José Luís Romero es el dueño de uno de los restaurantes con más personalidad del barrio de La Alameda de Sevilla. La Mata 24 no sólo ofrece una buena carta, también propone una abundante ración de simpatía, risas y, sobre todo, una gran cantidad de amabilidad. Con un equipo que funciona como un reloj, José Luís se erige como el entrenador que sabe sacar lo mejor de la gente, que trabaja junto a él, y de los que nos sentamos a su mesa.



¿Cómo llegas a Sevilla?
Pues llegué por amor. Persiguiendo a una mujer. Me vine a Sevilla porque era donde estaba ella y busqué trabajo. Tuvimos una convivencia. [Con ironía] Vivimos, disfrutamos y nos cansamos. Aquello terminó, pero Sevilla me enganchó, me encantó. Y me quedé en Sevilla porque es una ciudad que era cómoda para vivir, estaba cerca de la tierra de donde yo vengo, Extremadura, y me planteé quedarme aquí. Me gusta muchísimo esta ciudad y me gusta mucho el carácter del sevillano. Yo creo que será Sevilla, o cualquier sitio, las costumbres populares hay que respetarlas porque es de lo que se nutre la ciudad. Participaré en algunas más y en otras menos, pero me gusta. Me gusta su gente, su clima, pasear por sus calles. No he conocido ninguna ciudad que me ofrezca lo que aquí encuentro. Me gusta viajar y es cierto que cuando estamos de vacaciones estamos bien en cualquier sitio, pero siempre me paro a pensar cuando salgo de viaje, si me quedaría a vivir en esa ciudad, pues no. Me falta la luz,... el estilo de vida.
Sevilla tiene el calor humano y al no ser una ciudad grande, es una ciudad cálida, no sólo por su temperatura, sino por su convivencia, por sus formas de ser.


¿Por qué te decides a montar un restaurante?
Yo deje mi trabajo por esto. Lo propuse en mi casa, analizamos los pros y los contras. Yo decía que Sevilla necesitaba un lugar así, que hacía falta y que podía funcionar. Mi familia me apoyó incondicionalmente,... Así empezó La Mata.
Monto el restaurante por la importancia que tiene para mí el sentarse a una mesa. Desde pequeño me llamaba mucho la atención el mundo de la cocina. Mi madre me enseñó a disfrutar y cuando la miraba mientras cocinaba, observaba como siempre le ponía “algo”. Ese algo era la sal. Siempre estaba pendiente de cuando lo hacía.
Poco a poco me daba cuenta de cómo me gustaba verla hacer de comer y eran miles las preguntas que se me ocurrían. Luego empece a estar pendiente de cuando subía la leche, a subir el fuego y bajar el fuego. Ella me enseñó a pelar las patatas, a limpiar guisantes. Más tarde comencé a cocinarlos.
Yo vengo de una familia numerosa que disfruta alrededor de una mesa. Para mí, es de los momentos más bonitos que tiene el día. El corazón de mi casa es la cocina. No hay cosa más hogareña que entrar en una casa y que ésta huela a puchero, a arroz,... a vida. Es que eso es la vida.
En casa organizo comidas, pero lo que más me gusta es organizar desayunos. Me encanta desayunar en casa. Odio hacerlo en la calle.
A veces enciendo el horno para desayunar. Me encanta una buena tostada con queso gratinado por arriba con un poco de cebolla y un poco de tomate, para mí eso es una tostada en condiciones.




¿Qué sientes mientras estás cocinando en La Mata?
La Mata 24 me llena mucho. Yo digo que si al hombre, desde que tiene uso de razón, lo que más le llena es crear, con este trabajo es fácil de conseguir. Porque aquí creas y el efecto es rápido, no es cómo el científico que tiene que esperar años para ver resultados, aquí no, aquí viene alguien y cuando observas como coge pan para saborear lo que queda en el plato, ves cómo disfrutan a la hora de comer y eso es lo más importante.

¿Cómo es tu relación con tus clientes?
Me gusta facilitar el ambiente para que hagan lo que quieren hacer. Si quieren conquistar a alguien, lo sentamos en la mejor mesa. Si vienen a hacer negocios creamos el marco óptimo para que puedan “cocer lo que quieran cocer”. Si vienen a celebrar un cumpleaños, o una cena en Navidad, o cualquier compromiso, o simplemente hacer de cicerone de la ciudad, siempre estamos pendientes.
Creo que la restauración se ha convertido en algo tan imprescindible como puede serlo el peluquero, el que te viste, tu carnicero, o hasta tu fontanero. Tienes que tener a alguien de confianza que te sepa responder, porque hay ciertos momentos en los que necesitamos un restaurador. Un sitio en el que sabes que no te van a fallar, donde te faciliten todo para que tú te relajes y hagas lo que tienes que hacer. Este es mi trabajo y es lo que más me gusta.



Junto a la ventana principal y acompañados por la banda sonora del sonido de cubiertos, choque de platos, risas y conversaciones diversas continúo la conversación sentada con José Luís. La ventana no es más que el cuadro costumbrista de la vida de cualquier ciudad. Un cruce de caminos por el que hay un tránsito continuo.


¿Cómo se ve la vida desde La Mata?
Desde La Mata se ve un mundo muy real. Un lugar donde la gente va y viene, y donde la convivencia es muy honesta. Todo el mundo convive en este barrio. Te encuentras con gente mayor, con el hippy, con el artista, con el farmacéutico, con la chica que hace la calle. Aquí convive lo viejo y lo nuevo, lo clásico y lo contemporáneo. Todo el mundo cabe en este barrio y desde esta ventana se puede ver la vida.



Cuando estás en La Mata, lo de menos es comer. Llegas y es como si entraras en un lugar donde los problemas no existen. Te sientes bien. ¿Cómo se trasmite esta sensación?
Creo que del mismo modo que yo lo pido cuando voy a algún sitio. Si voy a comer, a compartir con un amigo, con una pareja, o con un compañero de trabajo,... voy buscando una forma, un sitio y un lugar donde encontrar esa tranquilidad y ese acogimiento.
Yo no me planteo nada, me sale solo. Pero es la pasión por el trabajo lo que me hace llevar tranquilidad a los demás. Valoro mucho todo lo que pueda enmarcarlo, o todo lo pueda agrandarlo, magnificarlo. Aunque nos salgamos de la comida, hablamos de encontrarnos con una buena música, una buena silla, un buen ambiente. Yo estoy en la búsqueda y conquista de todo esto, porque es aquí donde el factor humano influye y complementa una buena comida.


Lo más llamativo son las referencias que hacen con respecto al servicio. A ti, José Luís. Al buen hacer de un equipo sincronizado ¿Cuánto cuesta ser agradable y educado?.
Vas aprendiendo para salvar cualquier situación que se pueda plantear. Pero costar no cuesta. Yo le doy mucha importancia al factor humano. Al buen servicio. Cómo dirigir, cómo escuchar,... cómo tratar a la persona como alguien único.
Hay que anticiparse a lo que van a celebrar, por ejemplo, si es un cumpleaños, si una petición de mano, si es una reunión de negocios. Saber todo esto es muy importante para no sólo preparar todo lo que necesiten y queden satisfechos.
Llevo muchos años trabajando en esto, me gusta tanto y es tan divertido. Hay tantas cosas positivas, que pocas veces me equivoco con las personas que entran aquí.
Cuando veo que alguien se enfada con su pareja, hecho mano de cualquier guiño o digo cualquier cosa que pueda romper la tensión. Con una risas, se relajan los músculos, se relaja el cuerpo, circula la sangre de manera distinta y si a eso le metemos un buen aroma y un buen paladar y un buen vino, ten por seguro que poco a poco se van relajando.
Yo creo que lo más importante de La Mata 24 no es la comida en sí, son los clientes a los que les doy de comer. Ellos me permiten trabajar con libertad y disfrutar de lo que hacemos, para terminar agradeciéndolo.



José Luís es expresivo. Su estado natural es la risa. No para de reír y es en este momento cuando pide un buen vino para regar nuestra conversación.
La primera vez que vine a La Mata 24 era invierno. Hacía un frío infernal. No había sitio y no queríamos sentarnos fuera. Pero tú dijiste que no sería problema. Que nos traerías unas “mantitas” y todo arreglado. Pensamos que estabas de broma. Pero no. En un minuto estábamos todos envueltos en calor de madre y riéndonos contigo.


¿Eres una especie de adivino que sabe lo que necesita cada cliente?
Yo creo que trabajando con el público durante años, se aprende. Hay un lenguaje no verbal que tú comprendes antes de que nada suceda y que te permite solucionar cualquier eventualidad.
Yo ofrezco lo que tengo de la mejor manera que sé hacerlo: con una sonrisa, con amabilidad.  Esto es quizás lo que atrapa a la gente que llega hasta La Mata. El hacerlos sentir únicos. Tratarlos con dedicación. Pero esto lo hace la experiencia.
A mi me gusta invitar a que se sienten, no obligar a que lo hagan y para eso utilizo los recursos de los años de trabajo. Simplemente quiero demostrarles que si se sienta conmigo, lo van a pasar bien, van a disfrutar y no van a olvidar este momento.
Mi empeño es que recuerden este lugar como algo agradable y positivo, independientemente de que vengan a comer.


El pequeño y acogedor lugar donde nos encontramos está salpicado de “acuarelillas divertidas”. Juguetes del artista, Carlos Montaño Rivero. Frescos que pasan casi inadvertidos si no fuera por el contenido de algunos  de ellos. Todo encaja en una perfecta armonía. ¿La vida debería ser como este diminuto oasis?
Yo creo que lo tenemos al alcance, pero no nos paramos. No nos fijamos. Pero sí, nos deberíamos buscar pequeños oasis que nos llenen, que nos estimulen, que nos hagan sentir vivos. Que nos despierten sentimientos y emociones. Esa es la vida.
Vivir es una cosa muy seria, pero nos tenemos que enganchar a todo lo positivo y a todo lo maravilloso que nos ofrece. Me encanta crear placer. Si te ves con capacidad de poder transmitir, dar y ofrecer algo positivo, es más cómodo para luego compartir con quien quiera hacerlo. Me gusta provocar sonrisas.



“No hay una edad para empezar a ser elegante ni para dejar de serlo” y “es muy importante ser importante, pero es mucho más importante ser agradable” son las dos frases contundentes que te encuentras en los baños del local, pero ¿Cómo es la gente?
La gente que entra aquí, no solamente es elegante y educada, sino que también entra con la libertad de poder expresarse y eso es lo que más me gusta. Que se sientan que vienen a casa de un amigo a comer, no a un sitio más, sino a casa de alguien que sabe que les está esperando, que les va a recibir. Aquí puede más la libertad que la elegancia.


En la mínima cocina se mueven los cocineros entre comanda y comanda. “Oído cocina” es su grito de guerra. Olores y aromas se mezclan sin estridencias. Presenciamos un desfiles de platos festivos, llenos de color, y todo ello aderezado por la risa contagiosa de José Luís. ¿Y cuando no se tienen ganas de reír?
Pues hay que tomárselo como un trabajo y el trabajo lo haces de una forma que va viniendo sola. Es como el que se dedica a cantar y no le apetece y sigue cantando, o el que tiene que bailar y sin ganas tiene que seguir bailando. Pues esto es igual que cualquier otra profesión, cómo cualquiera que va a su trabajo con un dolor de muelas, o de cabeza, y tiene que sacar el trabajo adelante. Utilizo armas y recursos para que no se me note cuando no tengo un buen día. Pero para mí no me supone un esfuerzo.



Dicen que la globalización uniformiza. Muchos tachan el concepto como algo negativo, pero en La Mata es todo lo contrario. Aquí la globalización es la mezcla total. Un mestizaje que se hace patente en un barrio multicolor y diverso, pero perfecto, como es La Alameda. ¿Qué ha supuesto la globalización en la cocina?
La globalización le ha sumado a la cocina. Todo lo que sea adquirir conocimiento, hace que fluya de una manera más abierta y más receptiva. En la cocina se intercambia tanta cultura con los ingredientes, con las especias, con la forma de hacerlo, que es una forma de crecer.
Ya no sólo es la tradición, la receta de tu madre, ahora es fusión. La cocina es un sinfín de imaginación y creatividad, y cuanto más conocimientos tengas, el poderlos utilizar, te hará crecer más, y jugar con todo lo que sabes.
La globalización es algo positivo y mi cocina está abierta a todo el mundo siempre y cuando, sepa entender cual es mi filosofía. Cuando entra alguien a compartir el trabajo conmigo, siempre hago hincapié en que realice un plato que sea suyo, que lo identifique.
Ahora están trabajando conmigo dos cocineros marroquíes, pues bien, tenemos platos de su país de origen, Marruecos. Cuando tuvimos a un cocinero austriaco, pues pudimos ofrecer comida austriaca como el strudel. Este es el concepto que tengo de la cocina. Que conozcan la filosofía del restaurante, pero que por supuesto, hagan algo que les haga disfrutar haciéndolo.


Representas a la nueva generación que tira de un país triste y desilusionado por la crisis, pero con mucha gente, como tú, con ganas de luchar. ¿No crees que nos encontramos en el mejor momento para empezar?
Sí y no soy de los que piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor. Creo que siempre hay algo mejor, que tenemos conocimiento, información, recursos para poder salir a flote y veo todo mejor y no tan negro como lo pintan, pero tampoco tan maravilloso como nos contaron que era. Yo soy más positivo que negativo.




Quiero que me cuentes una anécdota de las muchas que habrás vivido.Un viernes sobre las nueve me llamó un amigo hoy, un cliente aquel día. Quería que le echara una mano. Era su aniversario y no le había comprado nada a su mujer. No pasaban por su mejor momento y casi me suplicó por una mesa en el restaurante. Esa noche estaba lleno y hasta las diez no podía ofrecerle una.
Su mujer no bebe alcohol. Fui a comprar cava, porque cuando hay algo que celebrar, yo siempre digo que tiene que haberlo y también compré flores. Cuando llegaron ya tenía la mesa preparada con todos los detalles.
Su mujer me comentó que pensaba que se había olvidado de su aniversario y yo le dije que de ninguna manera, que hacía dos meses que estaba hecha la reserva [risas].
Todo el mundo entiende la hostelería como algo muy básico. Llevar y traer vasos y platos, pero no, la hostelería es mucho más compleja que eso. Es principalmente saber a qué vienen, a comer ya lo sabemos, pero a qué más. Cuando tú tienes esa información y sabes a quien tienes enfrente y a esa persona la tratas de forma exclusiva, única y personal, eso es lo más importante.  A la gente le gusta ir a sitios donde les hacen sentir especial.
Me gusta mucho mi trabajo, me encanta. No sé si podría hacer otra cosa y me gusta que todo salga bien, porque esa es mi misión,... que todo salga perfecto. Soy feliz y me encanta hacer feliz a la gente que me rodea.


José Luís me dijo un día que él era su mejor cliente. Es mentira. En torno a él se reúnen los incondicionales que repiten a su mesa. Todos los días una cuadrilla de amigos comparten amistad y vino de vuelta a casa, convirtiendo ese momento en algo sagrado. Algunos pasamos y enseguida somos invitados a una charla que no te es ajena. Conversaciones que no llevan nada más que a compartir vivencias y sentimientos.
En La Mata 24 somos únicos, singulares y exclusivos, porque allí está José Luís Romero. Alguien positivo y lleno de energía que te hace sentir diferente y especial,  y por un momento, entre guisos y esencias de especias que te devuelven a tus recuerdos, la vida te parece, simplemente perfecta.




jueves, 20 de noviembre de 2014

BigVan. Una explosión de creatividad



Fotografías Eduardo Bernal Hidalgo

BigVan es el resultado empresarial de dos jóvenes comprometidos y luchadores, Dani y Mónica, que desde hace cinco años vuelcan sus energías en un proyecto personal.

Daniel Vallejo, se introduce en el medio laboral como soldador oficial de primera, certificado que obtiene con tan solo dieciocho años. Adquiere experiencia y aprende rápidamente a manejar diversa maquinaria industrial. Más tarde cambia de sector con el "boom" de la construcción y en poco tiempo considera el montar su propia empresa. Es esa aventura llega a tener hasta veintidós trabajadores en los proyectos faraónicos como la construcción y remodelación de Teatros y Palacios de Congresos y Exposiciones. Tras esa incursión en la construcción, y de la mano de su esposa Mónica, deciden crear BigVan.





Fotografía cedida por BigVan 

 Mónica Pérez, es educada en un entorno familiar donde los negocios forman parte de la vida diaria. Las conversaciones de casa sobre objetivos y rentabilidad que sus padres mantienen acerca de la empresa familiar, calan desde dentro a esta vendedora nata que interioriza frases como “no bajar nunca la guardia”, “trabajar con humildad” y “saber adaptarse a los cambios”. Esto no se queda en el imaginario de Mónica sino que cuando tiene la oportunidad lo aplica y entre sus éxitos profesionales tras su paso por la formación de Equipos de Ventas para una importante firma de moda femenina, acepta el reto de levantar una tienda franquiciada del sector de la moda para hombre que se encontraba en quiebra por una nefasta gestión. Su hito fue destacado por diferentes medios de comunicación.

  Fotografía cedida por BigVan

 Esos polvos trajeron estos lodos y toda esa materia prima creativa aderezada con salud,  amor, familia, y por supuesto mucho trabajo y esfuerzo, dio origen a lo que hoy es una empresa joven e innovadora que lucha por afianzarse en un gremio novedoso en España. Desde el paraíso del viento, Tarifa, Dani y Mónica cumplen día a día sus sueños y los de todos los clientes que confían sus furgonetas a BigVan con la ilusión de poder vivir otras vidas.


¿Qué es Bigvan?
BigVan es un equipo creativo y dinámico, formado por personas con ganas de “contar cosas” a través de sus trabajos.
Detrás de la transformación de cada uno de los vehículos que camperizamos hay un cliente, un amigo, una familia, una historia y nosotros formamos parte de ella llenándola de planes, de cambios y de proyectos. Las personas que acuden a nosotros, lo hacen para mejorar de alguna manera sus vidas. Nuestra misión es intentar cumplirlo superando sus expectativas. Lo mejor para nosotros es, sin duda, cuando comprobamos que lo hemos conseguido y es entonces cuando sentimos que nuestro trabajo va más allá de atender el teléfono, contabilizar facturas, diseñar o tomar medidas. 




 Fotografías Eduardo Bernal Hidalgo

 ¿Cómo empezáis esta aventura?
Pues como empieza todo lo que deseas de verdad, con mucha, mucha fuerza. Desde el principio tuvimos muy claro nuestro objetivo, trazamos un plan para conseguirlo y fuimos tomando decisiones y dando los pasos que nos llevaron hasta lo que hoy es nuestra marca BigVan.


¿Cuánto tiempo lleváis camperizando furgonetas?
La actividad en el sector del camper como tal, la llevamos desarrollando desde hace algo menos de cinco años. Aunque, como muchos de vosotros sabéis, en el campo de la construcción y el interiorismo, a otras escalas, algunos años más. Desde luego, es nuestra experiencia la que no deja nada al azar, cuando se trata de encontrar la mejor solución y gestionar cada imprevisto que surge en el día a día.

Fotografías Eduardo Bernal Hidalgo



¿Qué es lo que más os gusta?
Siempre nos gustó crear y tratar directamente con la gente, conocer al detalle qué es lo que necesitan, qué es lo que les inquieta, para poder ofrecerles un producto de calidad a medida. Si además de hacer lo que nos gusta, vivimos donde nos gusta y, en muchos casos, terminamos haciendo de los clientes, amigos con los que compartimos barbacoas y risas, pues imagínate. La verdad es que lo que más nos gusta es vivir y a nosotros, nuestro trabajo nos encanta y nos da vida.


¿Cuál ha sido el mayor reto?
Es complicado nombrar sólo uno, posiblemente cada día hay un nuevo reto al que enfrentarse. A lo largo de nuestra trayectoria profesional han sido muchas las peticiones que hemos satisfecho: hemos colgado coches en fachadas, fabricado muñecos de “Coca Cola” gigantes con más de 200 cajas de la propia marca, ejecutado un “Palacio de las Artes Escénicas y la Música” desde su estructura hasta las butacas en un plazo record doblando turnos, día y noche, para cumplir con nuestro compromiso y un largo etcétera.
Aunque en los últimos años destacaríamos que, en lo profesional, nuestro mayor reto ha sido despertar en la gente la ilusión y las ganas de disfrutar con “algo más que lo imprescindible” en esta época “tan especial” que nos ha tocado vivir.


¿Qué es lo más raro que os han encargado?
Son muchas las consultas y las propuestas que nos llegan y que tratamos de plantear  desde una perspectiva lo más objetiva posible, con el interés de seguir evolucionando sin ponernos límites. Aunque a veces, son inviables. Recordamos el caso de un cliente que nos planteó la posibilidad de instalar una chimenea en su furgoneta, nuestra respuesta inmediata fue una sonrisa compartida seguida de un: “Bueno, todo es cuestión de estudiarlo...”. Fueron pocos los minutos necesarios para que nuestros argumentos le convencieran de que la Calefacción Estacionaria de “Webasto” era la mejor opción [risas].




Fotografías Eduardo Bernal Hidalgo
 
¿Cuánto tiempo estimáis que se tarda en camperizar un vehículo?
Depende mucho del equipamiento elegido, de los extras de última hora y del tipo de vehículo que vayamos a camperizar. No es lo mismo transformar una “Nissan NV200” que un “motor-home” gran volumen. En líneas generales, en función de la configuración y del vehículo en cuestión, estaríamos hablando de uno a tres meses de trabajo.


¿Qué ventajas ofrece esta forma de viajar?
Cuando coges cuatro cosas del frigorífico, un par de prendas, eso que no te puede faltar en tu tiempo libre (como tu bici, el libro que estás leyendo o tu música favorita), tu cmpañía de viaje, además de tu mascota (si es que la tienes) y poco más,... te subes a tu camper, arrancas el motor y empieza la imporvisación. Si tienes hambre picas algo, si estás cansado paras y descansas, si ves un sitio que te gusta pues te quedas, si hay algo que no te convence, te mueves, si te apetece nieve disfrutas de nieve, si prefieres playa adelante, puedes buscar sitios llenos de gente o escaparte para meditar, puedes hacer lo que quieras. En una camper compruebas que el lujo no está en que te lo pongan todo por delante durante un período vacacional, el lujo es poder elegir en todo momento aquello que quieres hacer durante todo el año.

Fotografías Eduardo Bernal Hidalgo


¿Realmente es cómodo o estás muy limitado?
En BigVan estudiamos individualmente las necesidades de cada proyecto, en estrecha comunicación con nuestro cliente, obteniendo como resultado un diseño único a medida. Actualmente contamos con una amplia variedad de oferta en accesorios camper que van desde manejar todos los sistemas del vehículo con un “iPad” hasta disfrutar de la tranquilidad que te proporciona un equipo Gas Free  “Webasto” con calefacción, agua caliente y vitrocerámica, todo abastecido a través del depósito de gasoil del propio vehículo. Nos movemos en un sector muy cambiante, por lo que estamos en una continua “puesta al día” para situarnos en la vanguardia y ofrecer a nuestro cliente nuevos conceptos.


¿Qué oferta BigVan que no se pueda encontrar en ningún otro lugar?
En BigVan ofrecemos a todas las personas que acuden a nuestras instalaciones,  todo lo que nosotros esperaríamos recibir si nos encontrásemos en la piel del cliente. Nos gustaría ser atendidos cálidamente con un trato muy personal, nos gustaría ser asesorados por un equipo de profesionales capaz de resolver todas nuestras dudas desde la transparencia, nos gustaría tener la posibilidad de participar en cada detalle del que es nuestro sueño, nos gustaría elegir las calidades que tendría nuestra camper, nos gustaría percibir dedicación, entusiasmo y pasión, nos gustaría que los transformadores fueran populares por su formalidad y competencia, además de por su estilo y sus acabados, nos gustaría que impulsasen un trabajo garantizado y también nos gustaría, como no, sorprendernos con el resultado final.

 



¿Cómo se homologa un vehículo camperizado? ¿Qué hay que tener en cuenta?
La homologación es el último paso de toda la camperización. Contamos con un Equipo Técnico que se encarga de llevar a cabo el proyecto con la descripción de todas las reformas que se han realizado en el vehículo, adjuntando fotos y los certificados necesarios. Por supuesto, cada elemento instalado deberá contar con su correspondiente marcado CE, motivo por el cuál en BigVan elegimos únicamente distribuidores europeos que cumplan con la normativa y cuenten con el sello de calidad. Finalmente, será la “Inspección Técnica de Vehículos” quién, tras el pesaje y la supervisión del mismo, dará el visto bueno a la homologación tramitada.


¿Qué proyectos de futuro tenéis?
Tenemos grandes proyectos a medio y largo plazo que iremos llevando a cabo, manteniendo nuestro esfuerzo para ofrecer nuestro mejor servicio. Podríamos decir que, especialmente, nuestro mayor proyecto desde el principio ha sido, es y será transformar el concepto de “camper tipo”, fabricada en serie por una “camper exclusiva BigVan”, producto de un trabajo 100% artesanal.













miércoles, 12 de noviembre de 2014

Alex Rovira. Porque creer más crear es igual a lograr.


INFORMA: Mª José Andrade
Fotografías: Mª José Andrade


“Michael Eisner, presidente de la compañía Disney, se dirigía a sus trabajadores con un contundente thinking big -piensa a lo grande-...¿cómo hay que pensar?”. Así comenzaba Alex Rovira, escritor, conferenciante y emprendedor español, su intervención en el Congreso de Directivos 2014, celebrado en Sevilla.
   
Rovira se paseaba por un amplio escenario y comenzaba su conferencia Creer, Crear, Lograr, ante un numeroso público entre los que se encontraban más de 300 estudiantes que  rompían el silencio con sus aplausos y risas ante las ocurrencias del protagonista. La primera cuando se refirió a su presentador, Luís Miguel Martín Rubio, que, con su arranque torero, hizo que Rovira reconociera que lo había dejado “anonadado”, por esa presentación tan sentida.

“¿Podemos lograr lo que queremos?. Si no creemos, no creamos y si no creamos no podremos lograrlo”. De esta manera el escritor empezaba a desgranar los tres verbos que conjugan la realidad. De una manera estructurada y utilizando cada uno de ellos como epígrafe.

La paradoja del vaso medio lleno o medio vacío, la convirtió en una historia de dos vendedores de zapatos en un país donde todos iban descalzos. Mientras que uno decía que no se vendería nada, el otro afirmaba que los venderían todos. Afirmaba que la mirada es la que condiciona el mundo, la postura existencial. Incitaba para que estableciéramos un diálogo interno con el otro y una construcción con la realidad.

El conferenciante se refería a la crisis como un revulsivo que nos ha hecho más exigentes y afirmaba que sin una psicología sana, no podría haber una economía sana.

Pero como una historia vale más que mil argumentos, se sirvió del diario de vida de Dick Hoyt. Un relato que hizo que nuestra mirada hacia el otro, condicionara nuestro ánimo y por lo tanto nuestro pensamiento.

Jamás sin ti, es el documento gráfico del que se sirvió Alex Rovira, para ejemplificar lo que significa Creer. Teniente coronel de los Estados Unidos, Dick Hoyt no era amante de los deportes. Su fobia al agua le impedía nadar, pero una discapacidad de su hijo, adquirida a la hora de nacer, provocará en él la voluntad de cambiar lo que los médicos diagnosticaron: la inmovilidad y la incomunicación total. Desde el principio Dick Hoyt luchó para eso no fuera así. Cuando vió la computadora que ayudaba a Stephen Hawking a comunicarse con el mundo, decidió que ese aparato sería lo que le ayudaría a hablar con su hijo.

“¿Hijo me entiendes?. Por supuesto, papá”. Esa será la primera frase que transcriba al ordenador. A partir de ese momento, padre e hijo sellarán un trato que los unirá para siempre: si estudiaba y terminaba una carrera universitaria, el padre se prepararía para cumplir el deseo de su hijo: correr juntos.

Hoyt se preparará a conciencia y se convertirá, junto a su hijo, en campeón de triatlón de su categoría. Gracias a la inspiración del padre, el hijo es hoy en día un experto en sistemas de ayuda a discapacitados,  conferenciante internacional y tiene un nivel intelectual por encima del 120%.



Tras ver el vídeo, el auditorio aplaudía lleno de emoción. Todos sentían que el esfuerzo es fundamental para conseguir lo que el ser humano se proponga. Si él había podido, por qué nosotros no.
Rovira afirmaba que el esfuerzo es una pieza más en el camino de la especialización y que el mensaje está en la acción y en la coherencia, y que sin valores no puede haber valor. Dick Hoyt fue una piedra de apoyo para su hijo y esto tiene que servirnos a todos para que seamos piedras de apoyos, los unos para los otros. Para crear vínculos que nos unan. Concentrarnos en pequeñas victorias (por ejemplo un examen) y revindicar el reconocimiento y el aprecio por los demás.

Rovira ya había hecho Creer a los presentes y ahora comenzaba a Crear. Con una frase del filosófo, Ortega y Gasset, abría la segunda parte de su intervención: Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande.



Nadie sabe lo que va a pasar en el futuro, afirmaba, pero hizo un resumen del mañana que ya es hoy y que ocupa parte de nuestras vidas: la demografía se duplicará, la esperanza de vida aumentará, el mundo se moverá en la red, la economía de hoy es internet. Ya vivimos en una realidad aumentada, donde los automóviles se aparcan solos. Utilizaremos materiales milagrosos como el grafeno, las compras se realizarán colectivamente, lo que dará lugar a una nueva forma de economía. Los cables desaparecerán, la nanotecnología generará inventos que ayudarán al ser humano a sobrevivir en situaciones extremas. Habrá más turismo (más de cien millones de chinos viajarán, en 2018, fuera de China). Serán necesarios más artesanos, por lo que se generarán nuevas profesiones. Habrá más cooperación en un mundo que pide transparencia, ética y sentido de la cooperación.





Alex Rovira insistía en que son necesarios los valores para generar valores, esperanza para que nuestra realidad sea como queremos que sea y anticipación para el mundo que está por venir, porque una vez  que creamos y creemos, será más fácil Lograr.

Todos los que escuchaban la conferencia respaldaban las frases contundentes que llenaban la gran sala donde se concentraban casi dos mil participantes: “hay que tener compromiso, amar y querer, aprender y saber, poder y saber, crear y llegar”.

Y Rovira, ahora sí, se dirigía de tú a tú a todos los que allí nos encontrábamos y animaba a la empresa a crear una cultura del talento para que nos oriente al futuro y a ser responsable porque  será la que cambie el mundo. Un mundo donde la ética será el factor que cohesiones los demás valores y donde todos, al igual que Dick Hoyt, lograremos lo que nos propongamos creando y creyendo en nosotros mismo y en los demás.


EPÍLOGO: Ojalá mi querido amigo Berto, también en silla de ruedas por el mismo motivo que el hijo de Dick Hoyt, hubiera visto sus vídeos. Hizo un esfuerzo sobrehumano para poder quitarse la vida porque no podía soportar su soledad. Su madre le dio todo su amor, pero su padre jamás reparó en él.

jueves, 6 de noviembre de 2014

Lolo y Cheché. Sí que valen la pena.




Fotografías cedidas por la compañía discográfica


El pasado 4 de octubre, coincidiendo con el aniversario de la muerte de Janis Joplin, Lolo Álvarez y Cheché Álvarez presentan en la sala Buho Real de Madrid su segundo trabajo discográfico.




Esta pareja artística se forma en el año 2008 tras un amplio bagaje en la retaguardia musical de artistas de renombre. Lolo Álvarez es guitarrista de sesión y Cheché es cantante solista y corista en varias formaciones. El motivo de juntarse bajo el nombre de “Pura Vida”, es el de componer intentando buscar algo diferente dentro del panorama pop.



Con el nombre de “Pura vida” sacan a la calle su primer disco en el año 2011. En este trabajo discográfico cuentan con Mónica Sáinz, a la cual conocieron en sus actuaciones en la capital de España. Lolo produce ese primer disco ya que su experiencia como productor musical con diferentes artistas como Las Niñas, Malizzia & Malizzia, Manuel Carrasco o Pablo Alborán en la actualidad, le proporciona las herramientas para ello.




La promoción del disco la realizan durante tres meses en México donde realizan varias actuaciones en televisión y donde graban su segundo vídeo clip. La acogida de este dúo novel es inmediata y en diferentes países latinoamericanos se comienzan a crear clubes de seguidores que los acogen con gran cariño y entusiasmo, y los siguen por todos los conciertos que van ofreciendo en tierras americanas.



Tras su regreso a España comienza la preparación del disco que ahora presentan, “La Melodía del Corazón”, que con su primer single “No vale la pena” han logrado más de 35.000 visitas en el canal de vídeos Youtube, sin que se haya comenzado a distribuir en los medios de comunicación. En unos días los veremos presentando su trabajo por las distintas provincias andaluzas.

jueves, 30 de octubre de 2014

Guillermo Sánchez. Pasión histórica por Sevilla




Fotografías @jllpaneque

Guillermo Sánchez Martínez es periodista de profesión y vocación, e investigador histórico por afición. Un encargo de su hermandad lo termina imbuyendo en la Sevilla del siglo XVII de tal manera que le proporciona los mimbres para elaborar el canasto que llega a transformarse en su obra de iniciación en la literatura, “La levitación”.



Fotografías @jllpaneque 

Esta novela histórica, que refleja el realismo mágico sevillano y que a través de sus protagonistas recuerda las tribulaciones de otros pillos que han pasado a la historia, relata la decadencia vivida por sus moradores tras el Siglo de Oro hispalense.

En esta Sevilla amurallada calan las influencias de los que pasan y van dejando su huella y que poco a poco han ido conformando la personalidad e idiosincrasia del sevillano. Guillermo rescata desde las recetas a los oficios, desde las supersticiones a las prácticas inquisitoriales, todo con el objeto de ilustrar una ciudad que fue el centro de un imperio y que no supo mantener.

El autor considera que la decadencia social de aquel momento histórico es análoga a la situación de la sociedad en la actualidad y que el haber vivido la experiencia no nos ha enseñado a superarnos y adaptarnos.



Fotografías @jllpaneque  


¿Porqué una novela histórica de Sevilla? ¿Se ha debido a tú pasión y conocimiento de la ciudad?
Sí, claro, lo hago por la pasión que la ciudad siempre me ha despertado. Pero realmente también fue producto de la casualidad. Una hermandad, que es la hermandad con la que salgo de nazareno y de la que siempre he sido hermano, La Soledad de San Buenaventura me encargó que historiara la cruz de guía de la hermandad. Esa cruz de guía era la cruz que presidía un cementerio de emergencia que hubo en Caño Quebrado, en la calle Feria, frente a Montesión y donde fueron sepultadas todas las víctimas de la epidemia de la peste de 1649, todas las víctimas del norte de la ciudad. Como consecuencia de historiar descubro que había pocos datos de la cruz de guía. Sabemos que estuvo en el cementerio, que luego la tuvo una hermandad que es el origen de la Hermandad de San Buenaventura, pero lo que a mí me comienza a fascinar cuando empiezo a estudiar la cruz de guía y la epidemia de peste es cómo era la ciudad de la decadencia. Entonces descubro que realmente la personalidad actual de Sevilla no se forja en el siglo de Oro, en el siglo XVII, sino que se forja en la decadencia. Hubo un momento en que Sevilla era una ciudad donde había muchos oportunistas, donde corría el oro, y no sólo pasaba de largo sino que se quedaba en la ciudad [...], pero a partir de la epidemia de peste de 1649 nace una nueva ciudad, nace un nuevo concepto. Los sevillanos actuales no somos hijos del siglo de Oro sino hijos de la decadencia que empieza con esa epidemia de peste. Entonces esa fascinación que ejerce en mí el conocimiento de ese proceso de transformación la Sevilla del siglo de Oro en la Sevilla de la decadencia, en la Sevilla Barroca, termina dándome pie a escribir una novela [...].





Fotografía cedida por @ferufab

¿Qué encontramos en “La levitación”?
Yo creo sinceramente que al final transito por lugares comunes en la literatura, que son el amor, la lealtad, la amistad, el humanismo,... y creo que a través de personajes que son todos de ficción pero que son personajes que existieron, e intento reflejar una época. Realmente es la historia de dos niños, Juanelo y Jusepe y a través de estos dos niños, utilizados en la ficción como modelos para las obras “el aguador de Sevilla” de Diego Velázquez, pues son contemporáneos a la etapa de pinturas de juventud del pintor sevillano. Yo he intentado reflejar lo que verdaderamente era una ciudad alucinante.



Fotografías @jllpaneque 

Los iluminados o iluminati tuvieron gran protagonismo en la Roma del siglo XVII, ¿tanta presencia tenían en Sevilla o se ha ficcionado la historia?
Mucha más, mucha más que en Roma. Los iluminados no tienen allí tanta influencia en la espiritualidad de la época como la tienen en Sevilla. Había unas corrientes espirituales en ese momento y yo elijo una en concreto que tuvo muchísima relación con la proclamación del Dogma de la lnmaculada Concepción. De hecho, quienes en aquella época eran perseguidos por sus ideas espirituales son los que terminan al final consiguiendo una evolución en la mentalidad de la Iglesia, y esta termine aceptando el Dogma de la Inmaculada Concepción. Realmente es el último proceso inquisitorial contra los iluminados de Sevilla. Ya no hubo más procesos inquisitoriales contra los iluminados porque cambian los objetivos de la inquisición, pero ese último gran proceso fue dirigido contra grandes personalidades de la ciudad como Mateo Vázquez de Leca y Bernardo de Toro, que tuvieron una influencia decisiva en la proclamación del Dogma de la Inmaculada y contra, no se olvide, Juan Martínez Montañés, que ahora precisamente se cumplen 400 años de la creación de la efigie de pasión y precisamente en uno de los capítulos narro la primera salida de pasión a la calle con la presencia de Martínez Montañés. Martínez Montañés fue perseguido, fue investigado por la Inquisición e incluso existen documentos que acreditan que fue acusado por la institución. Creían que aquella inspiración que tuvo al hacer el señor de pasión solo podía ser conseguida, por lo sobrenatural, a través de arrobamientos espirituales que conseguían mediante técnicas adquiridas en las congregaciones espirituales. Juan Martínez Montañés pertenecía a la congregación espiritual de La Granada que tiene un importante protagonismo en el desarrollo de la historia de “La levitación”, donde la levitación es una licencia literaria. Los espirituales de la época creían que una levitación era un fenómeno sobre natural, cuando en realidad era un fenómeno posible. Entonces la literatura está para hacer posible lo que resulta sobrenatural y esa es la licencia que utilizo al comienzo de “La levitación”. [...]






Fotografías @jllpaneque  


¿Qué resquicios han trascendido de esa época? Aparte de los que parecen haberse consolidado en la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura.
Una de las cosas que más me ha sorprendido de la historia del siglo XVII es que siguen inalterables [...] todos los defectos de la sociedad sevillana y española. Piensa por un momento que en aquella época Sevilla perdió una gran oportunidad para crear riqueza aprovechando que era en ese momento el auténtico centro del universo, como luego ha pasado cíclicamente con la historia de la ciudad. Sevilla ha ido perdiendo una y otra vez las oportunidades que han pasado por su puerta. Una de las cosas que más me ha sorprendido es la analogía del tiempo actual con el siglo XVII. Aquí llegaban los galeones cargados de oro y de plata de las Américas, pero esas riquezas que entraban por Sevilla no se quedaban aquí, ni se quedaban en España para remediar las desigualdades o para remediar la pobreza, todo ese dinero pasaba a formar parte de los bolsillos de los banqueros genoveses y alemanes,... fíjate en la analogía temporal, por lo que de algún modo sigue pasando algo parecido.
Ese dinero que llega de América [...] y engorda los bolsillos de los banqueros y la quiebra de la administración por la corrupción [...], lo sufre la población, la ciudad y el país se empobrecen. Empiezan entonces a cerrar todos los centros de caridad, empiezan a cerrar todos los hospitales públicos, empiezan a cerrar todos los hospicios,... El resultado de todo aquel desastre es que los niños y los ancianos terminan en la calle pidiendo dinero y el Estado no puede hacer frente a aquel desastre que crea la mala administración y las corruptelas.



Fotografías @jllpaneque 

En “La Levitación” se descubre página a página como va cayendo poco a poco el Siglo de Oro de nuestro país y sobre todo de Sevilla. ¿Porqué ese periodo histórico?
Yo creo que encuentro todas las características en la ciudad y en esa época que tienen los condados míticos de la literatura. El Macondo de García Márquez o el mundo de Juan Lobón que recrea Berenguer  o la Argónida que recrea José Manuel Caballero Bonal, son mundos basados en la realidad pero son mundos fantásticos. [...] Con toda la información y documentación que tenía del siglo XVII me sentí muy cómodo haciendo literatura porque solo tenía que ejercer de periodista, no de autor literario, ¿por qué? Porque realmente parecen exageraciones pero Sevilla tenía eso, iluminados, tenía una catedral inmensa, tenía la Inquisición en el castillo de San Jorge, que era la mayor fábrica de miedo de España y del mundo conocido hasta el momento. Por la Sevilla de la época circulan pícaros, gente codiciosa y sin escrúpulos, matones a sueldo,... y todo eso crea un ambiente y una atmósfera que parece nacida de la ficción y sin embargo todo lo que concurre en la ciudad en aquella época parece mentira, parece literatura pero fue realidad y sin ningún esfuerzo parece literatura lo que solo es un ejercicio de periodismo.



Fotografía cedida por @ferufab

¿Es tu relación con la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura el punto de partida hacia el desarrollo de una historia alrededor de esta congregación?
Lo que pasa es que el historiar una hermandad que nace para rendir culto a la memoria de los fallecidos en aquella epidemia de peste, me hace descubrir la existencia de otras congregaciones religiosas y hermandades. Esto a mí me pareció sorprendente y en concreto la historia de la congregación de la granada, con un personaje llamado Rodrigo Álvarez, que llegó a ser confesor de Santa Teresa de Jesús y que cree en las profecías y que monta alrededor de su congregación religiosa un combate contra el anticristo que debe resolverse al final de los tiempos. Era una congregación religiosa que realmente creía que estaba librando una batalla contra el demonio y que esa batalla tenían que traspasarla de padres a hijos según las ideas del círculo de seis personas que siempre debía mantener el secreto hasta el fin de los tiempos. [...] Me parecía que tenía todos los ingredientes para una novela.



Fotografías @jllpaneque 

Es destacable la descripción que realizas de los callejones, plazas, vida y costumbres de la ciudad. La obra huele a Sevilla conforme vas imbuyéndote en su lectura. ¿Haberte embriagado de sus aromas en primavera realizando retransmisiones de Semana Santa te ha ayudado en la descripción?
[Risas] Sí, es posible. Yo una vez en Semana Santa resulta que estaba retransmitiendo la entrada de la cofradía de Los Servitas y entonces Luis Baras me pidió que explicar qué sentía y qué estaba viendo,... y yo en un momento de la descripción de la belleza de Plaza de Santa Isabel llegué a decir que es un sitio donde no me importaría morir,... y bueno, ahí lo dejé. Al año siguiente se voló, a consecuencia de un temporal, una sombrilla que había instalado la hermandad de Los Servitas en la azotea y la sombrilla vino a clavarse a un metro de donde yo estaba retransmitiendo y por un momento pensé que aquel éxtasis estuvo a punto de convertir una descripción poética en una profecía [risas]. Era una anécdota pero sí, cada rincón de la ciudad a mi me embargan por su belleza y que da lugar a que se digan exageraciones poéticas como la de que existen lugares de la ciudad donde no te importaría morir.




Fotografía cedida por @ferufab

Los personajes velazquianos Juanelo y Jusepe son los pícaros protagonistas que hacen de conductores atribulados de las anecdóticas historias acontecidas, así como testigos de excepción del hambre, la inmundicia, la peste y la inquisición, ¿Es más fácil desarrollar un personaje conocido (en este caso de la pintura), o crearlo de la nada?
La verdad es que estaban todos creados de la realidad. La relación que se crea por ejemplo entre Jusepe y Juanelo es una relación parecida a la que puede establecerse entre Cipión y Berganza o entre tantas y tantas parejas de pícaros que hay. Ahí no invento nada, y a partir de estos personajes de ficción trato de soltarlos en un mapa de la ciudad, que yo entendía debió existir, por todos los datos y todo lo que había leído de la ciudad del momento. Tengo que reconocer que no me resultó especialmente difícil. Es verdad que una de las críticas que ha recibido la novela es que existen más descripciones que acción, es posible y lo tendré en cuenta para próximas novelas. Yo creo que al final la acción termina siendo trepidante pero no porque yo tuviera mucha experiencia, ya que era mi “ópera prima” literaria, sino porque dos personajes en la ciudad corrían las vivencias, prácticamente, de las cosas que pasaban en la ciudad. Esos dos personajes tienen que sufrir la persecución de la Inquisición, estos dos personajes, como todos los sevillanos de aquella época a comienzos del Siglo XVII, tienen que sufrir una inundación del río Guadalquivir, que siempre tendía a recuperar lo que fue suyo. Una inundación tan terrible donde queda sepultada bajo el agua más de la mitad de la ciudad y una epidemia de peste donde muere la mitad de la población. Sevilla era una ciudad en plena decadencia, de ciento veinte mil habitantes [...] empieza a descender su población a causa de la epidemia dejando la ciudad con sesenta mil. Sevilla no se recupera demográficamente hasta prácticamente los albores de la exposición universal de 1929. [...] Esta epidemia condiciona toda la historia de los últimos cuatro siglos de la ciudad. Muchas cosas acontecidas en ese siglo condicionan el presente todavía. 



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Tu vinculación con la Semana Santa te hace recabar información hasta los orígenes o germen de la misma, en un Vía Crucis de la procesión de “los empalados” ¿Cómo llegas a ella? ¿Qué te la descubre?
Me la descubre la investigación de la Congregación de la Granada. [...] El mayor centro de ajusticiamiento de toda España está en Sevilla y su castillo de San Jorge, aunque los actos se hacían en la Plaza de San Francisco y a los condenados se les quemaba en los alrededores del Prado de San Sebastián, entre el Prado y El Porvenir. El centro del poder estaba en el castillo de San Jorge. Yo he podido recrear cómo eran aquellas procesiones y aquellos autos de fe, porque existe documentación aunque se haya perdido mucha de ella por culpa de las inundaciones y del traslado de toda la documentación que existía en el castillo de San Jorge, tribunal de la Santa Inquisición de Sevilla. De todo lo ocurrido en los procesos inquisitoriales de Sevilla de aquella época hay que documentarse a través de la relación epistolar que el tribunal de la Santa Inquisición sostiene con Toledo y con Madrid. Aquí se han conservado las cartas que Sevilla mandaba a otros centros inquisidores pero no quedó nada y buceando en esta correspondencia he encontrado muchas cosas que después me ha servido para recrear cómo eran los autos de fe o cómo se quemaban a los inculpados.


¿Qué tiene “La Levitación” de inventario de la ciudad? ¿Y de glosario de palabras perdidas? O simplemente su intrusión es por impregnar más realismo el desarrollo del relato histórico?
[Directo] No, No. Es un glosario de palabras perdidas. Es verdad que hay un interés en hacer eso. De hecho me tomé el trabajo,... en todos los regajos, en toda la documentación que iba encontrando, en documentos de albaceas, de herencias sobre objetos que existían, sobre oficios de la época, de ir pacientemente en el transcurso de obtención de la documentación de ir duplicándola y tengo documentación paralela. Esta documentación me va a servir para recrear la historia y todas las palabras que me van llamando la atención y que no conozco. Procuro luego investigar sobre el significado de las mismas y de esa primera selección que hice de palabras muertas. Es decir, había palabras que estaban heridas de muerte, que son las que al final terminan salpicando la historia e impregnando el libro. Voluntariamente, como si las echara en un salvavidas, las echo encima del libro. Comprendo que también con ello dificulto gravemente  muchas veces la sencillez de la lectura. También comprendo que además de partir de esa decisión que tomo elevo un poco el nivel de comprensión de la novela y queda al final una novela para buenos lectores. [...] Estas palabras que quizás lleguen a estar condenadas por su falta de uso, proceden de utensilios que ya no se emplean, comidas que ya no se hacen, por oficios que ya no existen y que vemos por ejemplo en las calles de la ciudad quedan muchos de ellos como de lineros, cedaceros, chapineros,... y muchos otros oficios que desconocíamos en qué consistían.


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El comprender la decadencia de la ciudad nos hace más conocedores de la ciudad que hoy vivimos?
Por supuesto. Sevilla por ejemplo tiene en aquella época la posibilidad de hacer unos grandes astilleros porque de Sevilla con su puerto de Indias era el centro del mundo y desde donde partían y regresaban obligatoriamente las cabeceras de flotas que querían ir, primero a América y luego, más adelante al sur de Asia y Filipinas.
Sevilla va perdiendo poco a poco las oportunidades de mantener su riqueza, en parte porque la administración central no invierte en la ciudad pero también porque los sevillanos de aquella época no tienen altura de miras como para dedicarse a que el río, que era por donde entraba la riqueza, mantenerlo incluso para que entraran los barcos de gran calado, para evitar que las naos cayeran en la barra de Sanlúcar,... y limpiar la ciudad. En definitiva invertir de acuerdo con los diagnósticos que hacían ingenieros italianos, para que el río no inundara la ciudad. [...] Construir en Sevilla galeones con buenas maderas aprobándose que llegase la madera del norte de España o incluso del norte de Europa. Desde la explosión del molino de pólvora que llegara a estallar algunas vidrieras de la catedral, se decide no seguir siendo el centro de distribución. La pólvora hubiera sido un buen negocio para la ciudad teniendo en cuenta que de Sevilla salían los galeones. España estaba metida en varias guerras. La ciudad fue perdiendo una tras otra las oportunidades que estaban pasando por delante de su mirada. Para sorpresa de los sevillanos que haya vivido el último siglo de historia, hemos visto cómo se ha reproducido la historia. Aquí tenemos que ir dando saltos de canguro, no como las personas normales, la ciudad anda a saltos de canguro esperando que una exposición universal salve y vaya poniendo al día a la ciudad de todas las infraestructuras que va necesitando a diario.


¿Son las corruptelas de entonces paralelas a las inmundicias de hoy?
[Risas] Totalmente. Lo primero que tienes que pensar que se mantendría el orden y mentalidad medieval por el cual la desigualdad era un mandato divino que había que aceptar con naturalidad y con resignación. En aquella época la política la hacían los Caballeros veinticuatro. Para ser Caballero veinticuatro no había que demostrar que se sabía gobernar, simplemente ser hijo de la nobleza, heredar el cargo o simplemente apostar un dinero y conseguirlo en puja para luego ejercer ese cargo político, lógicamente en derecho propio o en derecho de grupos económicos que se veían favorecidos por esos políticos. Cuando uno echa la vista atrás siente mucha frustración. Yo comprendo que entonces no existía ni capacidad para realizar control real de la corrupción, pero claro, es muy frustrante ver que cuatrocientos años después la democracia tampoco ha sabido ni rectificar, ni plantear esos controles sobre los políticos para que no se corrompan.
Por ejemplo el Conde Duque de Olivares, que fue valido de Felipe IV y que era sevillano, fue el primer especulador de terrenos de la ciudad. Él compra la zona de callejones y la Resolana para especular posteriormente con el suelo,... esto lo hacía el valido de Felipe IV. Pero resulta que coges el periódico del día y te das cuenta de que siguen pasando las mismas cosas sin que la democracia lo haya impedido. Tenemos que reflexionar mucho sobre el porqué la democracia no haya sido capaz de ejercer esos controles sobre los políticos para que la malversación y la corrupción continúen vigentes como cuando estaban los caballeros veinticuatro y por orden genealógica ejercían el poder. Ahora es por orden democrático, por orden del pueblo. Es triste que no se haya sabido corregir.

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¿Hemos dejado de pertenecer a una ciudad de confusión y “mal gobierno” o es intrínseco al ser humano?
[Riendo] Pues sí. La pregunta es buena [risas]. Mira, le regalé el libro tanto al anterior alcalde de la ciudad, Alfredo Sánchez Monteseirín, como al actual alcalde de la ciudad Juan Ignacio Zoido y a ambos les recordaba en la dedicatoria que les hice que en Sevilla durante mucho tiempo hubo en la puerta de Carmona un cartel y que alguien posiblemente afectado o desengañado, o simplemente atracado por algún ratero, al salir de la ciudad pintó en su momento como motivo de alertar a extranjeros y visitantes un cartel que rezaba “Bienvenido a la ciudad de la confusión y mal gobierno”. Ese cartel, por las razones que fuera, nadie se atrevió a quitarlo porque no se sabía si había sido puesto incluso por la autoridad. [...] Entonces yo les dije a los dos alcaldes que quizás habría que avisar en las entradas de la ciudad que ésta seguía siendo la ciudad de la confusión y el mal gobierno.
 

¿Conoces a muchos “Bernardinos Monroy” y “Catalinas de Asís” que reeduquen fuera de los contextos escolares en el amor a los libros y la literatura?
Sí, sí. Yo creo que siguen existiendo. Probablemente el mundo esté más necesitado de este tipo de personajes porque justamente lo que ocurre cuando quiebra la administración del Estado, es el cierre de todo lo vinculado con lo social, como los hospicios, los hospitales públicos,... [...] y deja de atenderse a las personas. Surgen entonces dos corrientes que giran alrededor de lo mismo. Un nuevo humanismo nace y con él un nuevo sentido de la filantropía, de ayuda al prójimo. Cuando ves que la gente está muy necesitada, realmente se pone a prueba la actitud del ser humano y ahora estamos viviendo de nuevo esa situación de pobreza, de ver tanta gente desangelada en la calle y sin medios, pone de nuevo a prueba la posibilidad de crecimiento de un nuevo humanismo y de ese nuevo sentido de la filantropía. En aquel momento crecieron las corrientes espirituales y por otro lado había mucho Bernardino Monroy y mucha catalina de Asís que personalmente tomaban una decisión personal de entregar su vida a la ayuda de los necesitados, y a lo mejor en esta época tendríamos que volver a recuperar. Muchas veces no es solo el dinero, se puede dar una sonrisa, se puede dar una mano, se puede dar afecto, se puede enseñar, se puede dar calor y a lo mejor esa historia, al igual que esta, puede enseñarnos que hay que reinventar un nuevo humanismo y un nuevo sentido de la filantropía.

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